Los asesinatos se redujeron entre 2010 y 2012 en el mundo aunque su número sigue siendo alto en algunas regiones, principalmente en América del Norte, América Latina y África, indicó el jueves una agencia de la ONU.
Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) 437.000 personas fueron asesinadas en el mundo en 2012, comparadas con las 468.000 de 2010, el primer año en que se llevó a cabo un estudio mundial.
A pesar del descenso global, las muertes violentas siguen concentradas en regiones del mundo que representan sólo el 11% de la población mundial, principalmente en América del Norte, América del Sur y África.
En América Central y el sur de África hubo un promedio de entre 26 y 30 asesinatos por cada 100.000 habitantes, una cifra cuatro veces superior al promedio mundial. La mitad de las víctimas tenían menos de 30 años y el 80% eran hombres. En el 95% de los casos, los asesinatos fueron cometidos por hombres.
“Tenemos que comprender urgentemente por qué el crimen violento se ha convertido en una plaga en muchos países del mundo, que afecta en particular a los hombres jóvenes pero también a las mujeres”, dijo el analista de la UNODC Jean-Luc Lemahieu.
En muchos casos, las mujeres fueron víctimas de violencia doméstica, que representa el 15% del total de homicidios en el mundo.
Mientras los hombres suelen morir a manos de un asaltante desconocido, las mujeres suelen ser asesinadas por personas que conocen, según el informe. “Su casa puede ser el lugar más peligroso para una mujer”, afirmó Lemahieu.
En América del Norte y América Latina, la violencia relacionada con las pandillas o maras representó en 2012 el 30% del total de asesinatos en esa región, comparado con el 1% de muertes por la misma causa en Asia, Europa y Oceanía.
En estas regiones, sin embargo, el porcentaje de muertes por violencia doméstica es más alto que en América.
La UNODC indicó que cuatro de cada diez asesinatos se llevan a cabo con armas de fuego. Además, de cada 100 homicidios, sólo un 43% termina con una condena judicial y esa cifra baja al 24% en América, mientras que en Asia y Europa las condenas alcanzan un 48% y un 81% respectivamente.