El nuevo mercado cambiario con el que el gobierno de Venezuela pretende “derrotar al dólar negro” comenzó a operar este lunes en a un tipo de cambio de 51,86 bolívares por dólar, casi nueve veces el valor del dolar oficial, informó el Banco Central de Venezuela (BCV).
El llamado Sicad 2 (Sistema Complementario de Administración de Divisas) o “mercado permuta”, que coexistirá con otros mecanismos cambiarios, inició operaciones este lunes en algunos bancos públicos y casas de bolsa.
Según el gobierno, a pesar de la entrada en funcionamiento de este nuevo mecanismo, que permite que personas y empresas compren y vendan dólares a diario en efectivo o a través de bonos y otros títulos, un 80% de las divisas serán liquidadas a la tasa oficial más extendida, de 6,3 bolívares por dólar.
Se espera que el nuevo sistema pueda oxigenar el asfixiado mercado en una economía bajo un férreo control cambiario desde 2003, que soporta una inflación anualizada de 57,3%, la más alta de América Latina, y una escasez de productos y alimentos básicos de 28% para enero.
“El SICAD 2 viene a complementar y equilibrar nuestro sistema cambiario. Se acabará la especulación y el dólar paralelo”, escribió en twitter el vicepresidente del Área Económica, Rafael Ramírez, también presidente de la petrolera estatal PDVSA, principal captador de divisas para el estado, alrededor de 93.000 millones.
Con este nuevo sistema, la vida económica venezolana sumará cuatro tipos de cambio: la mayoritaria tasa oficial a 6,30 bolívares por dólar para importaciones prioritarias (alimentos y medicinas); la tasa Sicad alrededor de 11 bolívares mediante subastas semanales para distintos sectores económicos; esta nueva tasa del “permuta” y la del “dólar negro”, que este lunes estaba en 57 bolívares.
Desde que el gobierno anunció hace más de un mes el lanzamiento del Sicad 2, la tasa del “dólar negro” ha bajado casi 30 bolívares por dólar.
Los analistas consideran que la tasa oficial está sobrevaluada y que, además de fomentar la importación y destruir la producción nacional, es el origen de todos los desequilibrios de la economía y una fuente de corrupción a través de empresas fantasma creadas para obtener divisas subvencionadas y revenderlas en el mercado negro.
Otra devaluación
Sectores opositores al gobierno no tardaron en reaccionar y calificar a este nuevo mecanismo cambiario como una “devaluación” del bolívar, algo que el país petrolero vivió en numerosas ocasiones en el pasado -cinco en la era chavista-, con la consiguiente (e impopular) alza en los precios.
Sin embargo, el economista Maxim Ross, fundador del Centro de estudios de economía venezolana de la Universidad Monte Ávila, asegura que “para tener una idea clara del impacto en los precios, habría que esperar a ver qué operaciones se dieron, cuántas divisas, qué tipo de cambo realmente”.
El gobierno no ha revelado cuántas divisas tiene previsto asignar a través de este mecanismo, pero asegura que cuenta con los “recursos suficientes” para estabilizar la economía.
Sin embargo, la escasez de divisas en el mercado -que impulsa al dólar paralelo-, los 13.000 millones de dólares que el gobierno adeuda a las empresas y la fuerte caída de 9.000 millones de dólares en sus reservas internacionales generan dudas sobre la disponibilidad de divisas por parte del gobierno, que maneja de forma poco transparente el enorme flujo de petrodólares que ingresan a diario.
“Si es verdad que hay abundancia de divisas y comienza a abastecer el Sicad 2 fuertemente y supera la demanda, podemos esperar una caída en el tipo de cambio y por tanto en la inflación”, explica Ross.
Pero si el gobierno pasa a liquidar a la tasa Sicad 2 divisas de sectores que antes liquidaba a la tasa oficial, el avance de los precios no se detendría, pues las importaciones de esos productos pasarían a costar más.