Este sábado se cumplen 42 años desde que El Padrino, ganadora de cinco premios de la Academia, fuera estrenada y sirviera de trampolín para la carrera de jóvenes actores, como Al Pacino, y una consagración definitiva de otros con una trayectoria más amplia como Marlon Brando.

Una serie de mitos se han tejido en torno a esta producción, basada en el libro escrito por Mario Puzo y lanzado en 1969. La que es considerada en el top 10 de las mejores películas de todos los tiempos fue un hito en la industria cinematográfica, y convirtió en una mitología el universo del crimen organizado.

La leyenda y el éxito fueron forjados, en parte, por las ocurrencias del director Francis Ford Coppola o del que encarnaba a Vito Corleone. A continuación recogemos siete de los hitos de la película que se convirtió en un referente para todas las generaciones posteriores de realizadores.

http://youtu.be/VC1_tdnZq1A

El aterrador despertar de Woltz al encontrar la cabeza de su caballo fina sangre fue mucho más que un elaborado trabajo de actuación. Coppola jamás dijo al actor John Marley que, en vez de utilizar una cabeza de utilería, emplearía una real que compró en una fábrica de comida. El momento en que Marley se enteró quedó registrado para siempre en la película.

http://youtu.be/Za3vgqxQDHE

Para nadie era fácil trabajar con una figura de la talla de Marlon Brando. Tampoco lo fue para el ex luchador profesional Lenny Montana, quien fue contratado para personificar al oscuro matón Luca Brasi. Pese a sus dos metros de altura y sus 145 kilos (y su participación en organizaciones mafiosas), el actor amateur no pudo controlar sus nervios e incluso olvidó parte de las líneas de su parlamento en la escena donde le brinda sus respetos al Padrino. Si bien otro director hubiera ordenado repetir la escena hasta alcanzar la perfección, Coppola se valió de los fallos y dejó finalmente este nervioso encuentro en la cinta.

http://www.youtube.com/watch?v=idP5-vtkhBE

Johnny Fontana es un cantante en decadencia que recupera la fama luego que la Mafia interviniera para obtener un papel en una determinada película. Frank Sinatra, a principios de la década del 50, era un cantante en decadencia cuestionado por sus nexos con la Mafia que recuperó la fama tras ganar el Oscar al mejor actor de reparto por su aclamada participación en “From Here To Eternity”.

Por supuesto que el personaje de ficción no cayó bien al que contó con una de las mejores voces del siglo XX, quien amenazó con romper las piernas de Mario Puzo al advertir su presencia en un restaurant. El propio Puzo aseguró que Fontana no se basó en Sinatra y que tanto los personajes del libro como la trama de éste se gestaron inspiradas en sus investigaciones y su observación.

De hecho, la presión de Frank Sinatra fue tal que su “parodia” fue relegada a un papel mucho menor en El Padrino.

Dato aparte: la cachetada que recibe Fontana, personificado por Al Martino, jamás estuvo en el guion y fue improvisación de Marlon Brando.

http://youtu.be/_OEhiTHJ0EA

La escena de la pelea entre Sonny Corleone (James Caan) y Carlo Rizzi (Gianni Russo) es emblemática no solo por el “combo al aire” en el estilo de la WWE, sino también porque gran parte de los golpes sí fueron reales. El “realismo” le significó a Russo dos costillas quebradas y un codo astillado.

http://youtu.be/fuWkcKbBQkg

El rol de Michael, el de más bajo perfil entre los tres hijos de Vito Corleone, Paramount en ningún momento pensó en el desconocido Al Pacino, quien apenas tenía dos películas de poca monta en su currículum. Precisamente eso es lo que más apreció Coppola, que no vislumbró a otro actor para el discreto personaje. Robert Redford, Dustin Hoffman y Jack Nicholson eran los propuestos por el estudio, aunque finalmente triunfó la voluntad del director, disparando a Pacino al estrellato.

http://youtu.be/2QUacU0I4yU

La disputa por el Oscar al mejor actor de reparto en 1972 la protagonizaron Al Pacino, Robert Duvall (que interpretó al conciglieri Tom Hagen) y James Caan (que personificó al temperamental Sonny Corleone). Si bien no triunfó en la categoría -lo hizo Joel Grey por Cabaret-, Pacino se granjeó el reconocimiento del mundo que no ha parado en toda su trayectoria.

Sin embargo, la ceremonia de los Oscar también marcó un episodio emblemático: Marlon Brando, ganador del premio al mejor actor principal, rechazó la estatuilla en protesta por el trato de la industria a los indios de Estados Unidos. Era la segunda ocasión en que alguien despreciaba la figura dorada, aunque el precedente en favor del pueblo indio se grabó en las pantallas.