Luego de que la Compañía de Jesús informara en enero pasado que el sacerdote Eugenio Valenzuela fue denunciado a las autoridades eclesiásticas por hechos vinculados a la labor sacerdotal, que no involucrarían a menores de edad, algunos de los denunciantes declararon este viernes sobre sus acusaciones por supuesto abuso sexual contra el religioso.

En una declaración pública, las presuntas víctimas indicaron que varios conocieron al cura cuando tenían alrededor de 17 años “en un momento de mucha vulnerabilidad, y otros pensábamos seriamente la posibilidad de ser sacerdotes: nuestras circunstancias personales nos expusieron completamente”.

Sobre cómo se habrían dado los abusos, sostuvieron que “al comienzo los abusos para algunos fueron situaciones incómodas y ambiguas que nos desconcertaron, abrazos largos sintiendo todo el cuerpo y sus genitales, sentarnos en su falda, caricias. Para otros, las demostraciones sexuales fueron casi inmediatas, largos besos en la boca –en ocasiones después de una confesión-, tocaciones sobre o bajo la ropa y acostados en la cama”.

Asimismo, agregaron que “sólo con el correr del tiempo y al conocer el testimonio de otras personas que sufrieron abusos, pudimos reconocer con claridad lo que habíamos vivido”.

Si bien valoran y agradecen el que la Compañía de Jesús realizara un “primer paso” para reconocer el supuesto delito, sentenciaron que “no basta con decir las cosas de manera genérica y abstracta. Cuando se trata de abusos sexuales es necesario hablar con la verdad”.

Cabe mencionar que en octubre de 2013, cuando Eugenio Valenzuela dejó de ser provincial de los jesuitas, se inició una nueva investigación, pero según las víctimas, “habían pasado 2 años desde las primeras denuncias, tiempo en el que no se tomó ninguna acción sino que se le confirmó en su posición de provincial. La conclusión de la última investigación fue que no había delito canónico sino sólo “conductas imprudentes””.

Las primeras denuncias en contra del clérigo son de fines de 2010 e inicios de 2011, mientras que los hechos habrían ocurrido entre 1995 y 1998.