El Valencia, sin gran inspiración ofensiva, firmó un empate gris por 0-0 en casa ante el Dinamo de Kiev, este jueves en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Europa League, pero ello no impidió su clasificación para los octavos del torneo.

Los españoles, que contaron el chileno Eduardo Vargas durante todo el partido, tenían ya muy encarrilada su presencia en la siguiente ronda desde su triunfo por 2-0 en la ida, como visitantes, en un partido disputado en Chipre por la situación de violencia y grave crisis política que ha vivido Ucrania en las últimas semanas.

El próximo rival del Valencia en la Europa League será el Ludogorets búlgaro, que eliminó en los dieciseisavos a la Lazio italiana.

La clasificación del Valencia confirma el gran momento de los equipos españoles. En la Europa League ha habido pleno en los dieciseisavos de final, ya que antes habían sellado su pasaje Sevilla y Betis, y en la Liga de Campeones los tres representantes (Barcelona, Real Madrid y Atlético) están cerca de cuartos de final, tras ganar como visitantes en la ida de octavos.

El Valencia ha ido enderezando el rumbo tras un mal inicio de temporada que motivó el reemplazo del serbio Miroslav Djukic por el argentino Juan Antonio Pizzi y ahora afronta con ánimos renovados la recta decisiva.

En 2004 el equipo fue campeón de la Copa de la UEFA, el antecedente directo a la Europa League, y se ha propuesto como misión reeditar aquel éxito, teniendo en cuenta que en la Liga española es octavo y sus mayores aspiraciones pasan por clasificarse para las competiciones europeas de la próxima temporada.