El estrés es algo que todos los seres humanos experimentan más de una vez. Cuando debes entregar un trabajo importante en tiempo récord, te enfrentas a un conflicto familiar o debes tomar una decisión crucial en tu vida, te estresas. En cambio, la ansiedad es un estado que se relaciona más con el miedo y que tiene un comportamiento cíclico que se traduce en: “Estar ansioso me pone más ansioso”.
Sin embargo, muchos no tienen clara la diferencia de sentir estrés en un momento determinado y padecer un cuadro de ansiedad. Por eso no es raro escuchar decir: “Esta situación me provoca ansiedad”, cuando en realidad no es así.
David Spiegel, psiquiatra de la Universidad de Stanford, dice que la línea que separa el estrés de la ansiedad suele difuminarse, pero para determinar si se trata de una cosa o la otra hay que tener en cuenta algunos factores tales como, la manera en que las emociones afectan el cuerpo y las causas.
Por ello, estableció 5 cosas que hay que tener en cuenta para diferenciar cada caso…
1. El estrés y la ansiedad comparten muchos de los mismos síntomas físicos
Spiegel señala que las emociones estresantes y ansiosas a veces pueden ocasionar los mismos sentimientos de excitación. Aceleran los latidos cardíacos y respiración, además de tensar los músculos.
Las similitudes se estrechan cuando la ansiedad se convierte en un ataque de pánico, lo que provoca que los síntomas sean más severos y surjan escalofríos, dolores de cabeza, sofocos y dolores en el pecho.
2. Las causas de estrés agudo y ansiedad son diferentes
“Con el estrés sabemos lo que nos preocupa, pero con ansiedad estás menos consciente de lo que te tiene ansioso por el momento y la reacción se convierte en el real problema”, explica Spiegel .
“Uno empieza a sentir ansiedad por estar ansioso”, añade.
3. La ansiedad puede provenir del miedo
Las fobias a ciertos eventos, actividades o situaciones sociales, pueden provocar un trastorno de pánico cuando la persona se enfrenta cara a cara con el factor estresante, señala Spiegel.
“La ansiedad es como una bola de nieve. La ansiedad se convierte el miedo a los sentimientos y las personas que la padecen tienden a evitar lo que los hace temerosos, lo que puede empeorar la situación”, expresa.
La consejera clínica Megan Devine sugiere enfrentar los miedos y tomar las medidas necesarias a partir de ahí. La ansiedad es un miedo que te impide disfrutar de las cosas que están pasando, señala.
4. El estrés agudo es ocasionado por situaciones externas
El estrés es ocasionado por situaciones puntuales, una fecha de entrega que se avecina, cuentas impagas, labores pendientes, etc.
Spiegel sugiere abandonar la idea de que necesitas resolverlo todo de una vez y atormentarte. Es mejor concentrarse en lo que puedes hacer y lo que no. Además, también es bueno darte crédito cuando consigues resolver alguna de tus cosas.
5. Los conceptos de ansiedad y estrés se utilizan indistintamente, pero son dos experiencias diferentes.
El estrés que experimentamos en nuestra vida cotidiana se asocia a la frustración y el nerviosismo, en cambio la ansiedad que casi siempre proviene del miedo, se relaciona más con la intranquilidad y preocupación.
Pese a las diferencias, muchas personas utilizan los términos indistintamente.
Spiegel explica que la diferencia clave es la sensación de impotencia. El experto señala que cuando se trata de estrés se puede abordar las cosas y dominarlas. Hacer frente a la tensión puede hacerte sentir menos impotente.