La Policía Federal de Brasil paralizará sus labores este martes y miércoles en reclamo de mejoras salariales y en protesta por la falta de condiciones adecuadas para mantener la seguridad durante el Mundial de fútbol que comienza en junio.
El presidente de la Federación Nacional de policías Federales, Jones Borges Leal, calificó la situación como “crítica”, luego de una manifestación en Sao Paulo llevada a cabo este lunes.
Leal precisó que tanto martes y miércoles van a convocar a un paro nacional en protesta contra las circunstancias. “Tenemos una serie de actividades programadas para el año y esperamos no tener que paralizarlas durante la Copa del Mundo, entre el 12 de junio y el 13 de julio”.
Por otra parte, un centenar de policías protestaba este lunes en la céntrica Avenida Paulista de Sao Paulo, afuera de un edificio donde se realizaba un seminario sobre la seguridad para el Mundial.
Los manifestantes llamaban la atención con cornetas propias de celebraciones deportivas y carteles en los que exigían “Policía Federal padrón FIFA”, en alusión a las exigencias de esa entidad para la calidad de los estadios mundialistas.
“Hay que reformular el sistema de seguridad de Brasil. No tenemos cómo dar seguridad a los nacionales, menos a los extranjeros”, insistió el dirigente indicando su preocupación a como evitar ataques terroristas.
Según Borges, hay sólo 10.000 policías federales en todo Brasil, que se encargan de la seguridad de fronteras y aeropuertos, la entrega de pasaportes, así como de la custodia de edificios de organizaciones estatales.
Cabe destacar que también, estos policías, se encargan de la seguridad del jefe de Estado y de los ministros. Además, en Brasil, hay policías regionales que dependen de los gobiernos de cada estado.
El cuerpo policial en cuestión pide aumento de sueldo declarando que sus salarios están congelados desde hace siete años. Reclamando además, que quieren que se reforme la Constitución para ampliar sus facultades.
En ese contexto, la PF reclama que sus atribuciones han sido traspasadas a otros órganos y que el gobierno no reconoce su función de inteligencia.
En la paralización del martes y miércoles se pretende mantener un 30% de servicio mínimo.