La Asociación de Suboficiales de Gendarmería (Ansog) desmintió las declaraciones del seremi de Justicia, Marcos Velásquez, quien aseguró exclusiva responsabilidad de la institución uniformada en la administración de la cárcel concesionada de Alto Bonito.
La realidad que está experimentando el complejo es que más del 50% de los reos no son de la región, por lo tanto, suceden riñas constantes y problemas que afectan directamente al personal de Gendarmería que opera en la cárcel.
Además, se acusa que el diseño arquitectónico tampoco acompaña para que la población penal no llegue a situaciones de hacinamiento, ya que ante el aumento de internos, no se han construido más celdas y sólo se han dispuesto más camas en los mismos lugares ya existentes, detalló el secretario de Ansog, José Muñoz.
Durante el año 2013, la asociación intentó regularizar la situación en cuanto a mejorar sus condiciones laborales, y en reuniones con representantes del Ministerio de Justicia se llegó a un compromiso de entregar un proyecto de ley al parlamento para discutir sobre las asignaciones de riesgo de los gendarmes, hecho que aún no tiene solución.
Respecto a las declaraciones del Seremi de Justicia, el dirigente señaló que la autoridad se equivoca, ya que el traslado de población penal depende exclusivamente de una decisión tomada desde el propio Ministerio, lo que se hizo sin consultar a Gendarmería.
Entre otras propuestas que el gobierno aún no ha cumplido, señalan los dirigentes, está la acreditación de la academia de oficiales por parte del Ministerio de Educación, lo que en la actualidad no entrega una credibilidad total a la institución.