El cardiólogo británico Aseem Malhotra desató una polémica la semana pasada al señalar en un estudio publicado en la revista British Medical Journal que los alimentos ricos en grasas saturadas no eran los responsables de los altos niveles de colesterol y enfermedades cardiovasculares, sino que los verdaderos enemigos eran las “grasas trans” de la comida procesada.

En entrevista con el diario español ABC, Malhotra afirmó que a las grasas saturadas -presentes en alimentos como la mantequilla, las carnes grasas y embutidos, el aceite de palma, los quesos grasos, la leche entera y derivados- “las han pintado como culpables de las enfermedades cardiovasculares, cuando no es así”.

Según el cardiólogos, los verdaderos responsables de estos males son “los alimentos procesados, los carbohidratos refinados (harina blanca, como el pan blanco y pasta blanca) y el azúcar. Por ejemplo las carnes procesadas, como hamburguesas o salchichas o la bollería industrial, cuyo consumo está muy extendido son el problema”.

“El mensaje es simple. Coma alimentos reales, de verdad. Suecia se ha convertido en el primer país occidental en cambiar las pautas nutricionales, basándose en una revisión de 16.000 estudios, que reveló que una dieta rica en grasa y baja en carbohidratos y azúcares, contribuye a la pérdida de peso y mantener el colesterol bajo. Las mejores grasas son aquellas ricas en Omega 3 propias en el pescado azul, frutos secos o aceite de oliva. Como consecuencia de esa guerra declarada a las grasas saturadas, en los países occidentales se ha dado una fiebre antigrasa y una obsesión por los productos desnatados”, explicó.

En este sentido indicó que “no compro ni como nada que se venda como ‘light’ o bajo en grasa y eso es lo que les recomiendo a mis pacientes porque a menudo para suplir la falta de grasas saturadas que son la que confieren sabor a los alimentos, se añaden grades cantidades de azúcar, con lo cual es más dañino”.

Por otro lado, señaló que a las personas con problemas al corazón se le suele recomendar reemplazar mantequilla por margarina, lo que para él es una mala idea. “Un nuevo análisis de los datos inéditos del estudio ‘Sydney Heart’, que se llevó a cabo a finales de los años 60, reveló que cuando los pacientes con enfermedades coronarias reemplazaron la mantequilla por una opción supuestamente más saludable como la margarina, la mortalidad cardíaca aumentó. Volvemos a lo mismo, la mantequilla presenta grasas saturadas, para sustituirlas proponen la margarina rica en grasas trans, que son las realmente perjudiciales”, aseguró el profesional.