El grupo energético francés EDF confirmó este lunes un contrato para construir dos reactores nucleares en el suroeste de Inglaterra, valorado en 16.000 millones de libras (18.900 millones de euros).

Los dos reactores compensarán el cierre previsto de aquí a diez años de toda una serie de centrales eléctricas de carbón, y de otros reactores viejos.

También ayudarán a Londres a cumplir con sus ambiciosos objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Los dos reactores serán de tipo EPR de tercera generación, el modelo faro y de fuerte potencia (1.650 megawatios) suministrado por el grupo público francés Areva.

Ambos serán construidos en Hinkley Point, en el suroeste de Inglaterra, precisaron EDF y el gobierno británico.

Ambas partes deben finalizar el contrato de aquí a julio de 2014, y se prevé que los reactores empiecen a funcionar en 2023, en la central nuclear de Hinkley Point C.

“El contrato implica una inversión de 16.000 millones de libras (25.840 millones de dólares) en el país, y la creación de 25.000 puestos de trabajo”, dijo el primer ministro británico, David Cameron, en un comunicado de prensa conjunto de su gobierno y de la empresa francesa.

El ministro de Energía, Ed Davey, incidió en que “por primera vez, una central nuclear de este país no habrá sido construida con dinero del contribuyente británico”.

“Esto nos permitirá reforzar y asegurar nuestro modelo energético, gracias a una fuente de electricidad segura, fiable y producida en nuestro territorio”, abundó el ministro británico.

La electricidad producida por esos reactores tendrá un precio de venta garantizado durante 35 años. Ambos cubrirán por sí solos el 7% de la demanda de energía eléctrica en el Reino Unido.

EDF tendrá en el proyecto una participación de entre 45 y 50%, y Areva el 10%. Por invitación del ministro británico de Finanzas George Osborne, también habrá participación china, ya que los grupos nucleares CGN y CNNC tendrían juntos entre 30 y 40%, según confirmaron Londres y EDF este lunes.

El presidente-director general de EDF, Henri Proglio, saludó el contrato como “un momento clave en la historia de EDF”, que se convirtió en el primer productor de electricidad en el Reino Unido después de comprar la empresa operadora del parque nuclear británico British Energy.

La operación es igualmente un éxito para el gigante nuclear Areva, que espera sumar 10 pedidos de reactores EPR de aquí a 2016.

De momento, el grupo sólo ha recibido cuatro pedidos de su reactor estrella (dos en China, uno en Finlandia y otro en Francia), todos ellos en construcción.

Gran Bretaña, que fue en su momento uno de los países pioneros en el uso civil de la energía nuclear, depende de la inversión extranjera para renovar su envejecido parque.

El país dispone de 16 reactores en actividad, pero el más viejo quedará fuera de uso en un par de años como máximo. EDF explota y es el propietario de todos ellos.

El gobierno laborista dio luz verde en 2008 a la renovación progresiva del parque nuclear, un objetivo asumido por el actual gobierno conservador-liberal de Cameron incluso después de la catástrofe en la central nuclear de Fukushima, en Japón, en marzo de 2011.

La energía nuclear producía el 25% de la electricidad del país a finales de los años 90, una cifra que fue cayendo, según datos de la Asociación Nuclear Mundial(ANM). En 2012 el porcentaje era del 19%. El resto de la producción eléctrica venía del gas (27,5%) y del carbón (40%), principalmente.