La tasa de titulación de los mejores estudiantes de los establecimientos con alto índice de vulnerabilidad alcanza entre un 35 a 45%, mientras que para el caso de los alumnos “promedio” de los liceos catalogados como emblemáticos, oscila entre un 25 y 30%. Ésta es una de las conclusiones a las que llegó el investigador Francisco Gil, encargado de políticas de inclusión de la U. de Santiago y Católica, quien indagó en el desempeño en la educación superior de jóvenes provenientes de distintos colegios.

Las cifras de Gil, quien recopiló la información desde 2002 hasta 2008 en pregrados de cinco o más años de extensión en la Usach, a su vez muestran que la tasa de titulación de los más destacados alumnos de cualquier colegio del país asciende a un 50 – 55%.

Para el académico, los resultados revelan que “el alumno normal, el alumno promedio de los emblemáticos, tiene peores resultados en la universidad que los mejores alumnos de cualquier colegio del país, de un colegio de regiones, del pueblito más chico perdido por ahí”, recoge Emol.

Los liceos de excelencia “viven en una burbuja”

Francisco Gil esboza que la selección previa que efectúan los establecimientos que cuentan con un mayor reconocimiento histórico por su desempeño educativo, no ofrece ninguna seguridad en torno al desempeño de sus egresados en las universidades. “Ellos siempre han dicho que seleccionan, pero parece que la selección habría que mejorarla”, señala.

Del mismo modo, sostiene que “les cuesta creer eso” a los liceos tradicionalmente exitosos, pero que “los datos son irrebatibles”. “Ellos quizás viven en una burbuja, creen lo que creen, pero lo que están creyendo, probablemente de buena fe, está equivocado”, remarca.

El profesional pone el acento en los titulados, puesto que aquel número, bajo según las pretensiones ideales en la materia, apunta a la frustración de los jóvenes y las familias, que ven truncado el paso por la educación superior a causa del aprendizaje incompleto y la deuda que se acarrea.

¿Qué influye en los buenos resultados de los alumnos destacados de los colegios “normales”? Gil indica que factores como la motivación y las habilidades particulares que poseen, aptitudes que favorecen un proceso de nivelación al ingresar a la universidad, necesario para quienes no hayan revisado todos los contenidos requeridos en la enseñanza media; situación que no se replica entre los jóvenes “promedio” que acceden desde los liceos de excelencia, quienes efectivamente cuentan con un mayor bagaje conceptual pero no estarían “acostumbrados a esforzarse”, subraya el encargado.

“Si usted me trae un estudiante de cualquier colegio de Chile, del más pobre o alejado de la ciudad, que esté en el 5% superior de notas, yo le prometo que lo transformo en un profesional en cinco años. Pero si me trae un alumno con 700 puntos en la PSU, pero que no era un estudiante aplicado, yo no sé qué hacer con él”, concluye Gil.