La famosa y reconocida actriz del cine para adultos, Aurora Snow, decidió escribirle una carta al hijo que espera, donde le relata lo difícil que es para ella pensar el momento en que él conocerá lo que ha hecho su madre.

La estrella estadounidense, que ha participado en más de 300 producciones, le explica a su hijo los motivos que la llevaron a optar por la industria del porno para ganarse la vida por más de 10 años.

La carta, publicada en el portal The Daily Beast, narra la razón principal del cambio de Aurora, de ser un alma libre, a querer tener una familia.

“Me encontraba en el consultorio del doctor, acostada boca arriba con gel frío en mi pequeña barriga, oyendo un segundo latido de un corazón que emanaba de mi interior. La ecografía lo volvió una realidad. Cuando me dijeron que era un niño, toda mi vida pasó ante mis ojos. Me sentí responsable por las decisiones que he tomado. Algún día tendré que darle explicaciones a mi hijo. Esto es lo que le diría:

Hijo mío,

Mientras escribo esto, tú todavía no has llegado al mundo, no nacerás hasta mediados de diciembre. Cuando leas esto ya tendrás edad suficiente para navegar por Internet, edad suficiente para que te gusten las niñas, y edad suficiente para que conozcas el nombre “Aurora Snow”. He temido este día desde hace ya muchos años y mi esperanza es que encuentres este texto antes de que por accidente te encuentres algunas fotos o vídeos que muestran a tu mamá de una manera que ella nunca pretendió que la vieras. Permíteme que me explique.

Tu mamá fue pobre, muy pobre durante su crianza. A principios de 2000 estaba yendo a la Universidad de California en Irvine, y a pesar de ser una estudiante ejemplar en el colegio, tener las mejores notas y pasar semana tras semana llenando aplicaciones, todavía me ahogaban las deudas estudiantiles. Frustrada y sintiendo que mi oportunidad de atender estudios superiores se esfumaba, respondí a un anuncio en el periódico Orange County Register. La letra grande y en negrita llamó mi atención: “Se necesitan chicas para modelar desnudos, $2,000 por día”.

No tenía vergüenza y necesitaba el dinero. Estaba segura de que esto nunca lo querría mi familia para mí. Pero como ocurrió antes de que todo estuviera online, realmente pensé que podía esconderlo de mi mamá, mi papá y mis hermanos. ¿Qué tenía que perder? Planeé hacerlo durante un año, pagar mis deudas estudiantiles y retirarme sin volver a mirar atrás. Las cosas no funcionaron así.

La atención me hizo sentir bien. El dinero era increíble. Pero incluso con la atención, nunca me sentí bonita. Pensaba que en cualquier momento se iban a dar cuenta de que habían cometido un error y me iban a pedir que me fuera para mi casa y trajera al set a la niña bonita. Nunca lo hicieron. Y ese trabajo de modelaje desnudo muy pronto llevó a alguien a pedirme que tuviera sexo frente a la cámara por dinero. Aún más dinero. Dije que sí, y esa opción me llevó al agitado y colorido camino del cine para adultos.

Por razones que aún desconozco, continuaron pidiéndome que hiciera películas. Muy pronto estaba en las cubiertas, afiches e incluso en programas de televisión comercial. Tu bisabuela fue la primera en descubrir el secreto de tu mamá (me vio en una cinta de VHS en la casa de una amiga), y muy pronto le informó a tu abuela y tus tíos. A pesar de estar decepcionados con mis decisiones, nunca dejaron de amarme y me apoyaron.

Tu abuela pensaba que yo debía hacer algo con mi mente y no con mi cuerpo. Se preocupaba mucho por mí y siempre esperó que encontrara la salida. A pesar de nunca haberlo conversado directamente con tus tíos, siempre ha sido evidente. Tu abuelo vivía en otro estado, y se enteró de lo que hacía cuando me vio en el show de TV de Howard Stern. En retrospectiva, estaba muy agradecida por haber sido una de las pocas chicas en el Show de Howard Stern que mantuvo la ropa puesta. Yo mantenía un sentido de la modestia cuando no me encontraba en el set.

En este punto de tu vida, espero haberte enseñado la importancia de la honestidad, y por eso seré honesta contigo. He hecho casi todo lo imaginable en mi carrera adulta y si indagas lo suficiente encontrarás cosas que te parecerán muy horribles. Puedo decir con honestidad que me acerqué a la industria del cine para adultos como un trabajo, y, como cualquier trabajo que haya tenido, sentí que era importante que hiciera lo mejor que podía. Algunas veces hacer bien mi trabajo significaba hacer cosas asquerosas. Espero que nunca veas eso.

Algo que me cambió la vida realmente sucedió el 20 de febrero de 2009. Tu tío Keith tuvo un terrible accidente en una moto, se rompió el cuello y dos de sus hijos menores vinieron a vivir conmigo. Yo no tenía idea de qué se hacía con niños, pero me vi forzada a aprender mientras cuidé a tus primos durante dos años en tanto el tío Keith se recuperaba. Durante este tiempo algo cambió. Sentí algo muy poderoso sucediendo en mi interior mientras uno de mis sobrinos ponía sus brazos a mí alrededor, confiando su vida en mí y dándome su amor incondicional. De pronto me di cuenta: “Mierda, quiero tener mi propia familia”.

Nunca había creído en el amor y me asustaba terriblemente cualquier persona o cosa que pudiera comprometerme. Yo era un espíritu libre que podía empacar e irse sin avisar en cualquier momento, pero esos sentimientos se disiparon cuando me di cuenta de lo que me estaba perdiendo.

Mis prioridades cambiaron. Ya no era la chica dispuesta a hacer cualquier cosa, en cambio me convertí en una mujer con una meta. Quería una familia, pero primero tenía que encontrar a alguien con quien crear esa familia. Tampoco era una tarea fácil. Un gran amigo me presentó a un buen chico del medio oeste del país, quien también formaba parte de la industria del entretenimiento creando shows para televisión. Era cálido, encantador y muy orientado hacia la familia.

A pesar de querer salirme, es difícil cambiar luego de haber comprometido 10 años de tu vida a una carrera, independientemente de qué carrera sea. Tu papá reconoció el ciclo en el que me encontraba y me dijo: “Sólo pulsa el botón expulsar”. Fue un consejo para el que estaba preparada para oír. Por primera vez tenía la motivación y el coraje para dejar el negocio.

Hijo, espero que este texto te ayude a entender y te prevenga de hacer ‘click’ en los links a mis videos XXX. Las decisiones que tomamos pueden cambiar para siempre nuestro camino de una manera que quizá en el momento no comprendamos. Yo tomé decisiones que me llevaron por un camino que mucha gente juzga. A pesar de lo que pensé entonces, estas son las decisiones que ahora le explico a mi propio hijo. Todo se resume a esas decisiones. Si hubiera sabido que en algún momento cambiaría mi forma de pensar y querría mi propia familia, hubiera tomado decisiones distintas. No puedo decir que habrían sido mejores, porque cada una que he tomado me trajo hasta este punto y no lo haría diferente. Cuando tienes 18 años es tan fácil ver el futuro y saber exactamente lo que quieres y lo que no, pero solo 10 años después acecha la retrospectiva.

Entonces, acuérdate, cuando estés tomando decisiones importantes para tu vida, piensa en el futuro y pregúntate a ti mismo: “¿Puedo vivir con ello?”. Mi respuesta está en esta carta, que espero hable por sí misma.

Con amor,

Mamá.

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