La encuesta trimestral de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) reveló, en la medición a junio último, que el 23% de un total de 405 empresas consultadas señaló como la principal amenaza a su actividad el comportamiento del tipo de cambio, seguida por la estabilidad política (20%) y la estabilidad de la economía local (12%).
El estudio de la CCS mostró que el mapa de preocupaciones empresariales se ha volcado fundamentalmente hacia aspectos de orden interno, tanto de índole económica como política.
Aun así, la CCS destacó que las aprensiones por la inestabilidad de la economía internacional, que ocuparon reiteradamente el primer lugar del ranking a lo largo de 2012, han abandonado el eje central de preocupaciones empresariales, conforme con la recuperación de la economía norteamericana y la disminución de los riesgos en la zona Euro.
Al respecto, sólo un 7,9% de las empresas consultadas señaló el frente externo como su principal fuente de preocupación, lo que representa el valor más bajo de esta variable desde diciembre de 2010 (23% en 2012).
La Cámara detalló que el tipo de cambio se mantuvo por segundo trimestre consecutivo como la principal preocupación entre las empresas, absorbiendo el 23% de las menciones, por sobre el 19,7% de marzo último. Este porcentaje es además el más alto observado desde fines de 2010, período en que se manifestó la crisis de la zona Euro.
La mayor incidencia del tipo de cambio como fuente de aprehensiones en las empresas es atribuible fundamentalmente, según informó la CCS, a la mayor volatilidad de su cotización, lo que contribuye a acentuar la habitual incertidumbre que este precio clave representa para los ingresos de las compañías.
Sin embargo, la estabilidad política surge como un nuevo polo de aprensiones en las empresas, al subir aceleradamente de 8,7% del total de menciones en marzo a casi un 20% en junio. Este factor ha experimentado un alza importante desde mediados de 2012, en que alcanzaba apenas valores del orden de 4%.
Según detalló el informe, el aumento del factor político como fuente de preocupación empresarial es un fenómeno transversal que se observa tanto en pequeñas como en grandes empresas, alcanzando valores muy similares. En las grandes empresas el porcentaje de menciones asciende a 20,2%, en las medianas, a 20,7% y en las pequeñas, a 18,9%.