El presidente Barack Obama llamó a la calma el domingo tras el estallido de varias protestas en ciudades estadounidenses por la absolución del vigilante barrial George Zimmerman, acusado de la muerte de un joven negro desarmado.

El juicio que concluyó el sábado en Sanford, Florida, sacudió a la nación, entre quienes creen que George Zimmerman -cuyo padre es blanco y su madre peruana- actuó en legítima defensa y quienes piensan que actuó por prejuicios raciales.

Protestas espontáneas se registraron luego del veredicto en San Francisco, Filadelfia, Chicago, Washington y Atlanta. En Oakland, California, los manifestantes rompieron vidrieras de negocios y pintaron automóviles con spray, pero la mayoría de las protestas fueron pacíficas y vigiladas estrechamente por la policía.

El domingo, tras el fallo, el presidente Barack Obama afirmó que Estados Unidos era “un estado de derecho” y que la justicia se había pronunciado.

“Sé que este caso ha suscitado intensas pasiones. El día después del veredicto, sé que estas pasiones podrían intensificarse. Pero somos un estado de derecho y un jurado ha hablado”, dijo Obama en un comunicado.

“Pido a todos los estadounidenses respetar el llamado a la conciliación en calma lanzado por los dos padres que perdieron a su joven hijo”, agregó.

La muerte de Martin y la falta de arresto inmediato de Zimmerman por parte de la policía ya habían provocado el año pasado masivas protestas en varias ciudades del país, que llevaron al mandatario a pronunciarse sobre el caso.

“Si hubiese tenido un hijo, se hubiera parecido a Trayvon”, dijo Obama al reclamar un debate sobre el racismo y la ley de armas de Florida.

El veredicto fue aplaudido, en cambio, por defensores de las armas y considerado frustrante por quienes ven este caso como un acto injusto y racista.

Una audiencia de alta tensión

“Señor Zimmerman, yo firmé la decisión que confirma el veredicto del jurado”, dijo la jueza Debra Nelson al declararlo inocente, en una corte del condado de Semiole rodeada de fuertes medidas de seguridad y con cientos de manifestantes en la tensa espera en el exterior.

“Su fianza será liberada, se va a desconectar su monitor GPS cuando salga de la corte y usted no tiene más trámites con la corte”, apuntó a Zimmerman, que apenas mostró gestos de alivio al conocer la decisión.

Después de 16 horas de deliberaciones, las seis mujeres miembro del jurado consideraron no culpable a Zimmerman, que fue acusado de asesinato en segundo grado de Martin, un joven de 17 años que caminaba una noche lluviosa el 26 de febrero de 2012 a la casa donde se encontraba su padre de visita.

“Obviamente estamos exultantes con los resultados. George Zimmerman nunca fue culpable de nada salvo de protegerse a sí mismo en defensa propia”, dijo su abogado Mark O’Mara.

No obstante, Don West, el otro abogado de Zimmerman reconoció que este caso había sido una “desgracia” por la muerte del adolescente y por toda la polémica que levantó en el país.

“Dios nos bendijo a mí y a Sybrina con Tray, e incluso en su muerte sé que mi bebé está orgulloso de la lucha que, junto a todos ustedes, dimos”, dijo un emocionado tuit del padre de la víctima, Tracy Martin, poco después de conocer el veredicto.

Tanto él como la madre de Trayvon Martin, Sybrina Fulton, dijeron tener “el corazón roto”.

Llamados a la paz

Varias iglesias de Florida preparan este domingo mensajes de conciliación para calmar la rabia y frustración que provocó en varias comunidades la absolución de George Zimmerman.

“Para muchos este era el veredicto menos pensando y tenemos que darle apoyo a esas personas para que crean en la justicia y en la necesidad de continuar su lucha en paz”, dijo a la AFP Quintin Faison, pastor de la iglesia bautista Rescue en Sanford.

El fiscal Bernie de la Rionda, jefe del equipo acusador, se dijo “decepcionado con el veredicto” pero lo aceptó y como los demás fiscales y abogados de Zimmerman se unió a los llamados a respetar en paz esta decisión.

La fiscal del estado, Angela Corey, apuntó que “hicieron lo mejor” para mostrar al jurado todas las pruebas de un caso que “merecía ser analizado” y aunque lamentó el resultado celebró la fortaleza del sistema judicial estadounidense.