Una treintena de monjes budistas tailandeses tuvieron que colgar los hábitos por haber consumido droga, indicó un responsable el miércoles, cuando el reino enfrenta una multiplicación de los escándalos que implican a religiosos.

El superior de un monasterio fue inculpado por tráfico de estupefacientes después de que las pruebas de orina de 31 monjes de decenas de monasterios de la provincia de Saraburi dieran positivo por metanfetaminas.

“Vecinos de la zona se quejaban de reuniones sospechosas ante los templos”, precisó a la AFP un responsable de las autoridades locales bajo cubierto de anonimato, y apuntó a que la mayoría de los participantes en estas reuniones eran conocidos por estar vinculados a la droga.

Los monjes que serán desintoxicados serán autorizados a volver a tomar los hábitos, añadió.

Cerca del 95% de los tailandeses son budistas practicantes, una de las tasas más elevadas del mundo. El clero ha sido objeto de una serie de casos que implican a monjes y medios de comunicación locales informan sobre casos de toma de drogas, ebriedad, apuestas y recurso a prostituidas.

Dos monjes han sido detenidos recientemente en un caso de pedofilia. Y la emisión de un vídeo que muestra a tres monjes, que se supone deben vivir alejados de las tentaciones del día a día, en un avión privado con objetos de grandes marcas, también ha sido escandalosa.

Uno de estos tres hombres, Luang Pu Nen Kham, también está siendo investigado por una serie de infracciones, entre ellas por mantener relaciones sexuales con una menor, fraude fiscal, posesión de droga y blanqueo de dinero, según el Departamento de investigaciones especiales (DSI) del ministerio de Justicia.

Se encuentra actualmente en el extranjero y las autoridades budistas indicaron que iban a pedir al ministerio de Relaciones Exteriores revocar su pasaporte.