El ex presidente de Guatemala, Alfonso Portillo, fue enviado extraditado a Estados Unidos en un avión norteamericano para que enfrente cargos acusado de lavar 70 millones de dólares, constató un periodista de la AFP.

“Hasta luego, pueblo de Guatemala”, dijo Portillo, poco antes de subir al avión en la sede de la Fuerza Aérea Guatemalteca, custodiado por agentes estadounidenses y en medio de fuertes medidas de seguridad.

Portillo, de 61 años, calificó su extradición de un “secuestro” y acusó al gobierno de Guatemala de “violar la ley” porque aún la justicia guatemalteca debía resolver recursos pendientes.

“Están cometiendo una gran ilegalidad, han cometido ilegalidades conmigo desde el principio, me han violado todos mis derechos”, manifestó Portillo, quien llevaba dos libros en las manos.

El ex presidente había presentado varios recursos legales para evitar su extradición a Estados Unidos, aprobada en noviembre de 2011 por el ex presidente Álvaro Colom (2008-2012).

“Voy a regresar (…), vamos a desvanecer las pruebas allá, pero lo más grave de esto es que es un secuestro”, agregó Portillo.

Sorpresivamente la mañana de este viernes, el expresidente fue llevado del hospital militar donde estaba recluido por problemas de salud a la sede de la Fuerza Aérea, en el sur de la capital, en un vehículo escoltado por patrullas que se abrieron paso por las calles haciendo sonar sus sirenas.

“Es una circunstancia que está fuera de todo aspecto legal debido a que existen exhibiciones personales, amparos pendientes (…) lo están haciendo por la fuerza”, dijo a la prensa el abogado de Portillo, Mauricio Berriondo.

El ex presidente guatemalteco había sido capturado el 26 de enero de 2010 cuando intentaba abandonar el país de forma ilegal -rumbo a Belice- a petición de una corte de Nueva York, que lo reclama en extradición por el delito de conspiración para lavar 70 millones de dólares.