Con múltiples actividades se están celebrando los 100 años del Natalicio de ex diplomático sueco, Harald Edelstam, conocido en Chile por proteger a cientos de personas perseguidas por la dictadura los meses después del Golpe Militar. Una de estas iniciativas es el lanzamiento del libro ”Harald Edelstam, Héroe del Humanismo, Defensor de la Vida”. La actividad se realiza hoy a las 19.00 horas, en el auditorio del Museo de la Memoria y contará con las intervenciones de los autores, Germán Perotti y Jan Sandqvist y la Embajadora de Suecia, Eva Zetterberg, y la actuación de la artista sueco-finlandesa Arja Sajonmaa.
La Embajadora de Suecia en Chile, Eva Zetterberg, destacó la amplia convocatoria que el nombre de Edelstam genera, ya que en las celebraciones han participado autoridades de la Cancillería, parlamentarios chilenos, diplomáticos, personalidades suecas y de organismos internacionales, del mundo de los Derechos Humanos, de la Cultura, entre otros. Añadió que el objetivo es “mostrar al mundo que existen personas que sin pensar en los peligros personales que corren, estrechan la mano al hermano perseguido”.
Una las personalidades extranjeras asistente a las celebraciones es el diplomático sueco, Ulf Hjertonsson, colaborador de Edelstam en Chlle en 1973, y quien junto al ex embajador fuera una de las últimas personas en ver a Pablo Neruda con vida el día antes de su muerte.
Las conmemoraciones también contemplan la producción de un video con entrevistas a personas que fueron rescatadas por embajador, entre otros la diputada Denisse Pascal y el escritor Poli Délano.
Al respecto, la Presidenta de la Corporación Harald Edelstam, Rossana Dresdner, resaltó el ejemplo del ex diplomático: “todos los testimonios que hemos recogido coinciden en que su compromiso iba más allá de cualquier afiliación política. Era un compromiso con los derechos fundamentales del ser humano. Y ello es algo que no sólo está vigente, sino que es absolutamente necesario en la sociedad y el mundo que queremos construir”.
“El clavel negro”
En 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, Edelstam fue enviado al Berlín de la Alemania Nazi. Después fue trasladado a Oslo, donde estuvo asignado entre 1942 y 1944. En estos dos lugares Edelstam exigió al Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia el derecho de ayudar a las familias judías en Berlín y proteger a quienes luchaban en la resistencia contra el gobierno colaboracionista noruego.
Allí se le dio el apodo de Clavel Negro, que conservó el resto de su vida. Llegó a Chile en 1972, bajo el Gobierno del presidente Allende. Después del golpe de Estado de septiembre de 1973, Edelstam buscó la manera de ayudar a personas de nacionalidad no sueca, pidiendo ayuda entre sus colegas diplomáticos. Dio asilo a más de 500 perseguidos políticos chilenos y salvó a 40 refugiados uruguayos de ser fusilados en el Estadio Nacional.
Esgrimiendo su inmunidad diplomática, evitó que los militares entraran a la embajada cubana y detuvieran a los diplomáticos y refugiados chilenos allí presentes, y declaró el inmueble parte de la embajada sueca, otorgando inmunidad diplomática a todos los que se encontraban dentro.
La dictadura militar lo declaró Persona non grata y abandonó Chile en diciembre de 1973.