Debido a los cambios hormonales, durante el embarazo las mujeres padecen ciertas molestias que suelen ser normales, sin embargo se advierte que a ciertos problemas oculares se les debe prestar atención, ya que podrían terminar siendo enfermedades visuales.
Sequedad ocular, dolores de cabeza, visión borrosa o vértigo e incluso hinchazón de las extremidades pueden alertar la aparición de problemas visuales, ante esto el oftalmólogo Julio Ortega Usobiaga, de la clínica Baviera en España señala al sitio ABC que “es importante realizar al menos una revisión oftalmológica durante el embarazo, más aún si la futura madre ha padecido de alguna dolencia ocular”.
Cambios fisiológicos y patológicos
En las embarazadas se pueden registrar dos tipos de cambios en el cuerpo, los fisiológicos y los patológicos, los primeros se refieren a los cambios externos, por ejemplo la disminución de la presión intraocular y los cambios corneales, que pueden desembocar en la intolerancia a los lentes de contacto o cambios en la graduación.
Mientras que en los cambios patológicos se pueden distinguir dos grupos: el empeoramiento de enfermedades preexistentes, como la retinopatía diabética, las uveítis o inflamaciones intraoculares y la aparición de nuevos problemas, derivados principalmente de una hipertensión arterial descontrolada, ceguera cortical y coriorretinopatía serosa central.
De hecho, las cifras indican que en un 30% las embarazadas con problemas previos de diabetes desarrollan retinopatía.
Ante esto, el doctor Ortega Usobiaga sostiene: “aunque los síntomas suelen remitir tras el parto, un tratamiento adecuado mediante la aplicación de colirios humectantes, mitiga las molestias”, agregando que la medicación tópica ocular tiene un bajo riesgo para el feto, su administración debe ser supervisada por un especialista.
Por lo tanto, el llamado es no ignorar ningún síntoma, pues esto podría terminar, en el peor de los casos, en complicaciones clínicas.