Bajo la premisa de que “atentar contra Carabineros es atentar contra todos”, el intendente de la Región Metropolitana, José Antonio Peribonio, destacó el fallo conocido este miércoles en el que se condena a una pena de cinco años y un día a Camilo Alejandro Valdés Mateluna, detenido el 30 de marzo de 2012, por lanzar una bomba molotov contra uniformados.

La autoridad regional explicó que en este caso la Intendencia Metropolitana actuó como querellante “exigiendo las máximas penas y logramos que se considerara como agravante el atacar a un Carabinero que es representante del orden público”.

“Queremos dejar claro que quien lanza una bomba molotov está buscando hacer daño y atentar contra la vida de las personas”, dijo el intendente, quien añadió que seguirán actuando como querellantes en todos aquellos procesos que atenten contra la ciudadanía.

“Este caso es una señal clara de que quien atenta contra la vida o seguridad de cualquier persona, será castigado con cárcel, sostuvo.

Hoy la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago en un fallo, que fijará precedente, rechazó de forma unánime el recurso de nulidad interpuesto por la defensa del imputado, por lo que se ratifica la condena a presidio efectivo.

Para los ministros Juan Cristóbal Mera y Mario Carroza, junto a la abogada integrante Paola Herrera no hubo una errónea aplicación del derecho en la sentencia del Quinto Tribunal Oral en lo Penal de Santiago dictada el 15 de enero de 2013, que justamente dictó la sentencia.

En el fallo se explicó que la pena efectiva de cárcel la provocó el ataque la policía uniformada que constituye una agravante en la conducta del condenado.

Cabe recordar que todo sucedió el 30 de marzo de 2012, pasada la medianoche. Carabineros a bordo de un vehículo policial concurrió a la intersección de la caletera de Américo Vespucio con Divino Maestro, en la comuna de Cerrillos, lugar donde un grupo de individuos se encontraba levantando barricadas e interrumpiendo el tránsito vehicular.

Al llegar Carabineros, Camilo Alejandro Valdés Mateluna, quien vestía una camiseta del Club Deportivo Universidad de Chile, lanzó en contra del carro policial el artefacto incendiario que portaba, pero la bomba fue esquivada por el conductor, impactando luego en el pavimento.