Las faltas de ortografía en niños y adolescentes es algo que se ha visto fuertemente influenciado por la utilización de mensajes de texto y chat, puesto que en este tipo de comunicación el lenguaje es alterado con el uso de signos y abreviaturas. Estas prácticas producen que los jóvenes presten menos atención a la forma en que escriben y las faltas ortográficas en las que recaen.

La buena ortografía está directamente relacionada con los niveles de lectura de las personas, “un buen lector siempre tenderá a una buena ortografía; en tanto, uno deficiente cometerá errores ortográficos” aseguran psicopedagogas de la Red Crecemos, sin embargo añaden que en algunos casos patologías como trastornos del lenguaje, escritura, lectura ,comprensión, entre otros factores son los responsables de las dificultades en la ortografía.

Por otra parte, el entorno social y cultural de los niños juega un papel fundamental en el desarrollo de la escritura, ya que ésta depende de su experiencia, de la forma en que hablan y todo lo aprendido en su entono más próximo, su familia, lo que constituye patrones que se repiten en el tiempo.

Es por esto que las psicopedagogas Loreto Osses y Carolina Riquelme, del Colegio Dagoberto Godoy de El Bosque, entregan claves para mejorar la ortografía:

1) Evitar enmendar los errores ortográficos, más bien destacarlos y realizar un listado escribiéndolos correctamente, pues si los borran ellos no recordarán el error y podrían volver a cometerlo.

2) Frente a la duda siempre consultar un libro, diccionario, etc.

3) Crear el hábito de la lectura diaria.

4) Hacer copias de palabras, oraciones y textos simples.

5) Realizar tarjetas con imágenes y palabras para poder acceder fácilmente a ellos, frente a la duda y error para corregir al instante.

6) Potenciar la escritura productiva, esto mediante el trabajo a partir de distintos tipos de texto como recetas, diálogos, noticias entre otros.

7) No recalcar el error en forma negativa sino que modelar las conductas positivamente.

8) Crear situaciones de aprendizaje que el niño no olvide fácilmente, como a través de juegos donde los niños aprendan de manera sencilla.