La ex estrella de la NBA Dennis Rodman y el líder norcoreano Kim Jong-Un jugaron recientemente un mano a mano de básquetbol, ahora planean vacaciones juntos, dijo el ex jugador de los Chicago Bulls.

El extravagante retirado jugador de 51 años, que anunció este lunes su plan de vacaciones, se convirtió en el estadounidense de mayor perfil en reunirse con Kim en un reciente viaje a Pyongyang, con un aumento de las tensiones en la península coreana como telón de fondo.

Mientras funcionarios en Washington han restado trascendencia al viaje señalando que el ex estrella de los Chicago Bulls no representa los puntos de vista de Estados Unidos, Rodman dijo el lunes que planea regresar al aislado y empobrecido país.

En breves comentarios al canal de televisión local KXJB de Fargo, Dakota del Norte, Rodman describió a Kim como un amigo.

“No apruebo lo que hace, pero es mi amigo”, dijo Rodman a un periodista. Consultado si planeaba regresar a Corea del Norte, Rodman respondió: “Sí lo haré. En agosto. Me tomaré vacaciones con él”.

Los comentarios de Rodman se produjeron en momentos en que Kim amenaza como “borrar” una isla surcoreana y Corea del Norte está bajo renovado fuego diplomático, con sanciones y acusaciones de abusos.

El portavoz del Departamento de Estado Patrick Ventrell rechazó la semana pasada la sugerencia de que Rodman podría convertirse en embajador en Corea del Norte, dada su nueva e inesperada relación con Kim.

“No estoy seguro de poder siquiera dignificar eso con una respuesta”, dijo Ventrell.

“Dennis Rodman nunca ha sido un jugador en nuestra diplomacia. Él no representa los puntos de vista de Estados Unidos”, agregó.

“Tenemos canales directos de comunicación con la RPDK (República Popular Democrática de Corea). Saben como contactarse con nosotros”, insistió.

“En lugar de gastar su dinero en montar eventos deportivos, el régimen norcoreano debería enfocarse en el bienestar de su pueblo, y debería cumplir con sus obligaciones internacionales”, afirmó Ventrell.

Estados Unidos y Corea del Norte no tienen relaciones diplomáticas, pero han mantenido abierto un canal de comunicación en la sede de la ONU en Nueva York, en tanto Suecia actúa como intermediaria entre ambos países.