Quebrado se encuentra el comité de cesantes de Osorno luego de que mujeres pertenecientes a la organización decidieran salir de ella tras mostrar su disconformidad con la gestión de la actual directiva, liderada por Carlos Silva.

Este martes se reunieron 30 personas en dependencias del Centro integral de Desarrollo Indígena, con el fin de formar una nueva organización que genere nuevas posibilidades de negociación con el Gobierno para la reposición de los cupos.

Así lo informó Ana Águila, vocera de las mujeres descolgadas del Comité de Cesantes de Osorno, quien insistió en que la anterior directiva incluso los habría utilizado para generar puestos de trabajo a los cuales finalmente la mayoría de las movilizadas no pudo acceder.

Al respecto, el actual presidente del Comité de Cesantes de Osorno, o también conocido como Sindicato de Trabajadores de la Construcción, Carlos Silva, indicó que la oferta que finalmente hizo el Gobierno no permitió que todas fueran incluidas, añadiendo que paralelo a ello se generó un llamado a trabajar en la Corporación Nacional Forestal (Conaf), oportunidad que fue rechazada.

Sin embargo, desde las descolgadas de la organización se sostuvo que los empleo en Conaf son transitorios, además de que una vez aceptado, les margina definitivamente de los cupos Pro Empleo.

Por lo mismo es que buscan generar una nueva organización que establezca diálogo con el Gobierno, intenciones que habrían sido bien recibidas por parte de la gobernación provincial de Osorno.

Carlos Silva, en tanto, descartó de plano la utilización de las personas para beneficio de otros, asegurando que como organización continuarán trabajando con las personas que decidan pertenecer al Comité de Cesantes, en la búsqueda de una solución a los problemas laborales que tienen.

El conflicto interno del Comité de Cesantes se dan en el marco de futuras negociaciones con representantes de la seremi del trabajo en la región de Los Lagos, así como del Servicio nacional de Capacitación y Empleo (Sence), en la búsqueda de una solución real al problema que viven más de 130 personas en la provincia de Osorno.