Seis personas murieron y más de 460 resultaron heridas este domingo en disturbios en Puerto Saíd (norte de Egipto), en una segunda jornada de violencia tras las condenas a muerte, la víspera, de 21 seguidores de un equipo local.

Ante esta escalada, el presidente egipcio, el islamista Mohamed Mursi, prevé “dirigirse a la nación” en un discurso este domingo por la noche, según la televisión de Estado.

La muchedumbre había intentado asaltar tres comisarías de policía e incendiar un club perteneciente a las fuerzas armadas, que fue saqueado, según fuentes de seguridad.

Un responsable de los hospitales de Puerto Said, Abdelramán Farag, afirmó que entre los muertos había un adolescente que recibió un disparo en el pecho. En total unas 467 personas resultaron heridas–38 por bala– en los disturbios.

Esos disturbios se produjeron tras los funerales de 31 personas fallecidas por los enfrentamientos que se produjeron el sábado, tras anunciarse las sentencias a la pena capital de los seguidores del club local, Al Masry.

Varios miles de personas participaron en un clima de tensión en estos funerales. Entre las víctimas mortales figuraban dos policías, cuyos funerales fueron celebrados en El Cairo. El ministro del Interior Mohamed Ibrahim no pudo asistir a la ceremonia, ya que fue impedido de participar en ella por encolerizados policías, según la agencia oficial Mena.

Los seguidores del club local habían condenados por su implicación en los actos violentos que en febrero de 2012 dejaron 74 muertos, después de un partido contra un equipo de El Cairo, Al Ahly.

Fuentes médicas indicaron a la AFP que todas las víctimas del sábado murieron por impactos de balas reales. El ejército desmintió haber utilizado este tipo de munición.

Durante el traslado de los restos mortales de los fallecidos desde la mezquita hacia el cementerio se escucharon varios disparos de procedencia desconocida, lo que provocó inicialmente el pánico entre la multitud.

Los habitantes que participaban en el cortejo fúnebre ocuparon la calle principal de la ciudad. “No hay más Dios que Dios”, gritaba la multitud. Algunos mostraron su ira contra el poder islamista, coreando “Abajo el poder del guía” de los Hermanos Musulmanes, formación de la que procede el presidente Mohamed Mursi.

El sábado, los militares se desplegado en esta ciudad portuaria situada en la entrada norte del canal de Suez para proteger los edificios públicos y los lugares emblemáticos.