Miles de partidarios del “matrimonio para todos” salieron a las calles de París este domingo, dos días antes de que la Asamblea Legislativa empiece a debatir un proyecto de ley gubernamental legalizando el matrimonio gay y la adopción de niños por homosexuales.

“Habían anunciado lluvia para esta tarde, pero hasta el sol está con nosotros”, dijo una chica, Chloé, de 28 años, que participaba en el desfile envuelta con una bandera con los colores del arcoiris. “Yo no soy gay, pero mis mejores amigas sí lo son, y quiero mostrarles mi solidaridad”, dijo.

En el desfile, que empezó en la Plaza Denfert Rochereau, al sur de la capital, y se dirige a la céntrica Plaza de la Bastilla, los manifestantes agitaban pancartas donde se leía “Yo milito por los derechos de todos”, “Por la igualdad ahora”, y “Más vale un matrimonio gay que uno triste”.

“Yo no iba a venir, pero al ver la manifestación de hace dos semanas, y escuchar tantos comentarios horribles, llenos de prejuicio, y hasta de odio, sentí que tenía que estar hoy aquí”, dijo un joven que se presentó sólo como Joss.

El desfile de este domingo será seguramente comparado con la multitudinaria movilización de los opositores al matrimonio gay, que fue apoyada por el principal partido de la oposición de derecha, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), la Iglesia católica y la comunidad musulmana en Francia, que suma unas cinco millones de personas.

Los partidarios del matrimonio y la adopción para todos han tratado de curarse salud, indicando que el objetivo de la manifestación de este domingo, que se celebra bajo la consigna “igualdad para todos”, no es superar las cifras de la movilización de los opositores al proyecto, que habría reunido unas 800.000 personas según los organizadores, y según la policía unos 340.000.

Lo que buscan, han dicho los organizadores de la marcha, es superar las cifras de la marcha en apoyo al proyecto que tuvo lugar a mediados de diciembre, que reunió a unas 80.000 personas.

El gobierno del presidente socialista francés Francois Hollande también ha salido a la delantera de cualquier polémica sobre las cifras, indicando que el proyecto del matrimonio de personas del mismo sexo y la adopción por homosexuales se decidirá en la Asamblea Nacional, y no en las calles de Francia.