Este viernes Carabineros confirmó la baja del cabo 2º Walter Jhonattan Ramírez Inostroza, condenado por la muerte del comunero mapuche Matías Catrileo en Vilcún en enero de 2008.

La información surge tras una semana marcada por los cuestionamientos hacia la policía uniformada por mantener entre sus filas al efectivo que permanecía en la institución, ante lo cual la Contraloría debió pronunciarse al respecto señalando en un dictamen que la condena que había recibido no constituía causal de inhabilidad para su cargo.

Este jueves el organismo fiscalizador volvió a pronunciarse precisando que los mandos de Carabineros pueden determinar licenciar al personal de nombramiento institucional por razones de ética profesional, por incurrir en conductas que lesionen o quebranten gravemente la disciplina, la moralidad o el prestigio institucional.

Frente a esto Carabineros decidió dar de baja al cabo a pocos días que el ministro del Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick, planteara en una entrevista televisiva que “desde el primer momento que nos parecía que Carabineros debiera haber separado de sus filas a una persona que estaba condenada”.

Ramírez Inostroza disparó por la espalda con una subametralladora contra Catrileo en un desalojo de comuneros ocurrido el 3 de enero de 2008 en el fundo Santa Margarita, en ese entonces propiedad del agricultor Jorge Luchsinger.

En la conmemoración del quinto aniversario de la muerte del joven el pasado 3 de enero, su madre, Mónica Quezada, criticó a Carabineros y pidió que se explicara por qué no se había desvinculado al asesino de su hijo.