Los vehículos de los competidores europeos, que habían embarcado en Le Havre en compañía de vehículos de prensa y de organización, llegaron a Lima después de 21 días de mar, y algunas olas que pusieron a prueba al Rio Imperial.

En los tres primeros días, el transatlántico se hizo con “fuertes oleadas”, pero el balanceo no perturbó la tranquilidad de los autos, motos y camiones, cuyas cinchas resistieron perfectamente.

Después de 22 horas de descarga necesarias para desembarcar los 700 vehículos en total, no se observó ninguna raya, como lo explica Jean-Marc, encargado de supervisar las operaciones en Lima: “Las únicas intervenciones pequeñas que tuvimos que organizar es volver a inflar algunos neumáticos o recargar algunas baterías. En cuanto al resto, todo estuvo bien y los vehículos pudieron dirigirse hacia el parque cerrado donde serán vigilados de muy cerca hasta que los pilotos vengan a recuperarlos”.

En el puerto de Callao se espera a los competidores a partir del 31 de diciembre a la mañana. Sólo quedará unos cuantos kilómetros para recorrer para llegar al sitio de las verificaciones técnicas y administrativas, que abre el 2 de enero.

Dakar.com

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