Miles de manifestantes del movimiento de los “indignados” se congregaron de nuevo este miércoles cerca del Congreso de los Diputados en Madrid, a gritos de “Gobierno dimisión”, ante un fuerte dispositivo policial, al día siguiente de una manifestación salpicada de violencia.
“Que no, que no, que no tenemos miedo”, gritaban los manifestantes en la plaza de Neptuno, a una buena distancia del Congreso debido a las barreras, los agentes antidisturbios y la quincena de furgones de policía apostados junto a la cámara.
“Que se vayan”, podía leerse en una gran pancarta, mientras los manifestantes, algunos de ellos sentados, se instalaban tranquilamente en la plaza.
En unas pequeñas pancartas blancas lucía el “NO” de los ‘indignados’ a los recortes presupuestarios previstos de aquí a 2014, empezando por los 39.000 millones de euros que se esperan en los presupuestos de 2013, que el gobierno presentará el jueves.
“Vine ayer y voy a venir todos los días para decir no a este sistema, a este tipo de economía”, dice Ángel Alcaide, un ingeniero 30 años que luce una pancarta en la que se lee “Dimisión”.
“Pedimos la dimisión del gobierno porque no ha cumplido su programa electoral. Ha subido los impuestos y ha tocado las pensiones”, añade.
Carmen López, una manifestante de 26 años residente en Londres, cuenta que ha venido al igual que el día anterior para protestar contra un gobierno que “mantiene sus privilegios y sus lujos”, mientras “el pueblo tiene solamente recortes en la salud y la educación”.
“Vivo en Londres porque todos los jóvenes se van de este país donde no hay trabajo”, añade.
En la gran manifestación del martes, también en la plaza de Neptuno, hubo enfrentamientos entre policías y manifestantes, con un saldo de más de 60 heridos y 35 detenciones.
El objetivo, anunciado en las redes sociales, era “rodear el Congreso”, para protestar contra las medidas de austeridad emprendidas por el Gobierno conservador de Mariano Rajoy para reducir el déficit.