La ciudad de Hamburgo se apresta a otorgar algunos días feriados a los musulmanes para sus fiestas religiosas por primera vez en Alemania, donde el islam es la religión del 5% de la población.

Hamburgo, la segunda ciudad del país con 1,8 millones de habitantes, acaba de concluir un acuerdo considerado histórico con los musulmanes y los alevíes, una rama heterodoxa del islam muy importante en Turquía.

El texto, que aún no ha sido aprobado por el parlamento local, otorga nuevos derechos a los musulmanes en materia de instrucción religiosa en la escuela o de ritos fúnebres, entre otras cosas.

Por su parte, los musulmanes se comprometen a respetar los derechos fundamentales y a propiciar la igualdad entre hombres y mujeres.

Así, los 130.000 musulmanes y 50.000 alevíes podrán tener tres días feriados más, pero se les contarán como días de vacaciones, tal como ya ocurre con algunas fiestas cristianas que sólo son feriadas en algunas regiones alemanas, pero no a nivel federal.

Para el Aid, la fiesta musulmana que marca el final del mes de ayuno del ramadán, o la Ashura –cuando los chiitas conmemoran el fin trágico de Husein, nieto del profeta Mahoma e hijo de Alí (el fundador del chiismo), muerto en 680 por las tropas del califato sunita de los Omeyas– los alumnos podrán no ir a la escuela, pero habrán de compensar las clases perdidas.

Además, los musulmanes de Hamburgo, que son de orígenes muy diversos (turcos, paquistaníes, iraquíes o afganos), también podrán intervenir en las clases de religión que se dan en las escuelas públicas. Hasta ahora, dichas clases estaban a cargo de profesores protestantes. El nuevo acuerdo prevé que también haya profesores musulmanes.

De este modo, “se reconoce que los musulmanes forman parte de la sociedad”, estimó Daniel Abdin, presidente de la organización Schura, que agrupa 31 mezquitas de la zona.

“En momentos en que suelen tener la impresión de que no se desea que estén aquí, este acuerdo afirma que son fuente de enriquecimiento para la ciudad”, declaró por su parte Zekeriya Altug, vicepresidente del DITB, la principal organización musulmana de Alemania, que administra nueve mezquitas en Hamburgo.

Si bien hubo un consenso político casi total para llegar a este acuerdo, el alcalde socialdemócrata Christoph Krupp estima que para algunos hamburgueses no será fácil aceptarlo. “Aceptar que aquí hay una nueva religión marcará el inicio de un nuevo ciclo para algunos habitantes”, puntualizó Krupp.

Hamburgo sirvió como base de reclutamiento y base de preparación de los atentados del 11 de setiembre de 2001 en Estados Unidos. En 2010, la policía cerró una mezquita de la ciudad que había sido frecuentada por varios de los autores de los atentados de 2001, por considerar que seguía siendo utilizada para reclutar a personas dispuestas a llevar a cabo actos violentos.