Violentos combates entre soldados sirios y rebeldes se producían este martes en varias regiones de Siria, en momentos en que se abrirá en Nueva York la Asamblea general de la ONU que debatirá la situación desesperada del país, escenario de un conflicto que ya dura 18 meses.
El lunes, ante el Consejo de Seguridad, el emisario de la ONU y de la Liga Árabe Lakhdar Brahimi, de regreso de Siria, calificó la situación de “extremadamente grave”, estimando que empeoraba cada día.
“No hay avances en perspectiva ahora o mañana” para un arreglo del conflicto, declaró, dando cuenta de una crisis alimentaria creciente, de prisioneros sometidos a “formas medievales de tortura”, en un discurso pesimista sobre la situación en el terreno.
Para la 67ª sesión de la Asamblea, que se abre este martes en la tarde, decenas de jefes de Estado, incluyendo al presidente estadounidense Barack Obama, son esperados en la ONU donde abordarán temas sensibles como el de Siria, donde desde marzo de 2011 han muerto en actos de violencia más de 27.000 personas.
Una organización internacional de defensa de los niños advirtió que numerosos menores sirios, testigos de asesinatos, torturas u otras atrocidades, estaban “traumatizados” por el conflicto.
La ONG “Save the children”, con sede en Reino Unido, publicó “testimonios conmovedores” obtenidos en campos de refugiados en la fronteras de Siria, mostrando que “ha habido niños objetivos de ataques brutales, que han visto morir sus padres, hermanos, hermanas u otros niños, han sido testigos o incluso víctimas de torturas”.
Desde que comenzó la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad, que se fue haciendo armada por efecto de la represión, unos 2.000 niños han sido víctimas de violencias, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
El lunes, al menos 12 niños figuraban entre un total de 116 víctimas fatales de la violencia en Siria.
Por otra parte, en Damasco, en la ruta que lleva al aeropuerto se escucharon potentes explosiones que afectaron una administración militar, provocando heridos, informó el OSDH.
En Alepo, escenario desde hace dos meses de una batalla crucial por el control de esta ciudad, capital económica del país, los barrios rebeldes eran bombardeados incesantemente por la aviación y la artillería del régimen.
En la provincia de Idlib (noroeste), un hombre murió y la mayoría de las localidades de la región carecía desde hace dos días de suministro eléctrico.
En la región de Homs (centro), el bastión rebelde de Qusseir fue bombardeado por el ejército, y violentos combates tenían lugar en varios sectores.
Un dirigente rebelde coronel Kasem Saadedin, portavoz oficial del Ejército Sirio Libre (ESL) en el interior del país y el jefe militar rebelde de la región de Homs (centro), resultó ileso después de una tentativa de asesinato por las fuerzas del régimen de Bashar al Asad, afirmó el martes un responsable de la comunicación del ejército rebelde.
Este último anunció el sábado el traslado de su comandancia central desde Turquía, donde está instalada desde hace más de un año, a Siria.
Por otra parte, la meseta del Golán, ocupada por Israel, fue blanco de obuses de mortero al parecer disparados durante combates entre rebeldes y fuerzas regulares sirias, indicó el ejército israelí.
De su lado, el presidente egipcio Mohamed Mursi declaró “oponerse a toda intervención extranjera por la fuerza en lo que ocurre en Siria”, aún cuando estimó que el “presidente Asad no tenía otra opción que irse”.
En la ONU, ninguna decisión importante es esperada en lo relativo al conflicto en Siria, debido a que Pekín y Moscú, fieles aliados del régimen de Damasco, se oponen a cualquier sanción en su contra.