El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, criticó implícitamente a Qatar y Arabia Saudita por apoyar a los insurgentes sirios, acusándolos de fomentar el odio y los conflictos religiosos.

“La región enfrenta actualmente una peligrosa ola de desafíos basados en el conflicto religioso” que divide al mundo musulmán, sostuvo Maliki, un chiita, durante un discurso pronunciado en la ciudad santa chiita de Nayaf, a 150 km al sur de Bagdad.

“Se gastan sumas astronómicas para agravar los conflictos religiosos”, agregó, refiriéndose implícitamente a países como Qatar y Arabia Saudita, que dijeron estar dispuestos a brindar una ayuda militar a los insurgentes, en su mayoría sunitas, que combaten al régimen del presidente sirio Bashar al Asad.