El Gobierno enviará al Congreso, antes de la 15 de agosto, el proyecto de ley que pretende modificar la legislación de migraciones que rige desde 1975.

La iniciativa creará una nueva institucionalidad migratoria, flexibilizará las visas de residencia, dará rápido trámite a la expulsión de infractores y establecerá una nueva cláusula de excepción al límite del 15% de trabajadores extranjeros en las empresas.

Este punto, generá controversias entre los representantes de los trabajadores, ya que para el Presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre, Cristián Cuevas, el país necesita antes que todo, una politica de protección hacia el trabajador, sea extranjero o nacional.

La secretaria general de la Confederación Nacional de Trabajadores Municipalizados de la Salud, Carolina Espinoza, señaló que sí es necesaria una regulación para los trabajadores extranjeros en el país, quienes en muchos casos ganan bajo el sueldo mínimo, y que por lo general trabajan en puestos que los chilenos no toman.

El diputado por la región de Antofagasta, Pedro Araya, afirmó que el proyecto, tal como será presentado, no se ajusta a la realidad.

La inmigración en Chile ha crecido en torno a las seis mil visas anuales. Si en 2002 vivían 184.464 extranjeros en el país, hoy esa cifra supera las 370 mil personas.

Esta cifra representa un 2,35% de la población, principalmente proveniente de Perú, Argentina, Bolivia y Ecuador.