El Servicio Médico Legal (SML) logró identificar a cuatro víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, cuyos restos fueron encontrados hace once años en una mina abandonada cerca de Santiago, confirmaron fuentes judiciales este viernes.

“Se logró identificar a cuatro desparecidos. El juez Miguel Vázquez comunicó a las familias los resultados de las pericias”, dijo a la AFP una fuente judicial, que no pudo confirmar cuando serán entregados los restos a los familiares.

Los cuerpos identificados pertenecen a Ángel Guerrero, miembro de la organizanización Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), y a los militantes del Partido Comunista Horacio Cepeda, Lincoyán Berríos y Fernando Ortiz.

Los restos -complejos de identificar por su fragmentación, según las fuentes- fueron encontrados el 2001 en una mina abandonada en la Cuesta Barriga, una carretera alternativa que une Santiago y Valparaíso que se enfila por los cerros.

Cepeda tenía 54 años cuando desapareció en 1976. Lincoyán Berríos, de 48 años, cuando fue detenido en la vía pública el mismo año, era casado y con tres hijos. Fernando Ortiz, también con tres hijos, era profesor universitario y miembro del Comité Central del Partido Comunista.

Angel Guerrero era estudiante y militante del MIR, y fue visto por última vez en el cuartel de detención y tortura de Villa Grimaldi antes de desaparecer.

A fines de 1976 fueron detenidas por agentes de la dictadura trece personas relacionadas con el Partido Comunista, que resultaron desaparecidas. El gobierno militar afirmó que la mayoría de ellos habían salido de Chile en dirección a Argentina, información que demostró ser falsa en posteriores procesos judiciales.