Luis Suárez está acostumbrado al éxito con Uruguay en los dos últimos años y quiere seguir haciendo historia en los Juegos Olímpicos de Londres-2012, en los que participará como un de los jugadores mayores de 23 años de la selección Celeste.

El delantero uruguayo quiere seguir los pasos de su compatriota Héctor Scarone, el atacante de la Celeste que fue uno de los héroes de los oros olímpicos de París-1924 y Amsterdam-1928.

El jugador nacido en Salto hace 25 años jugó un solo año en Nacional de Montevideo e hizo méritos suficientes para atraer la atención de un club europeo, el Groningen holandés, que lo compró por un millón de dólares.

Allí también le bastó una temporada para mostrar sus cualidades y ser fichado por el Ajax de Amsterdam, por 7.5 millones de euros, que lo guardó cuatro años hasta que en enero de 2011 pasó al Liverpool.

El equipo inglés pagó 26,5 millones de euros, siendo el fichaje de un uruguayo más caro de la historia, marcando un tanto a los 17 minutos de su debut.

“El balón me lo ha dado todo. Siempre soñé con jugar, con ser un futbolista famoso y triunfar. Por eso ahora valoro mucho lo conseguido. Me acuerdo de cuando jugaba en la calle con mis amigos, cuando me pedía ser Ronaldo, Batistuta, Rivaldo… Ahí, en la calle, es donde más se aprende a jugar”, dijo una vez en una entrevista.

Su gran vitrina internacional fue el Mundial de Sudáfrica-2010, marcando los dos goles de Uruguay en octavos de final contra Corea del Sur (2-1).

En cuartos de final también fue protagonista contra Ghana, al detener con las manos en el último minuto de la prólongación, sobre la línea de gol, un remate de Dominic Adiyiah.

Luis Suárez fue expulsado por esa acción y su equipo fue castigado con un penal. Asamoah Gyan falló el castigo y en la definición por penales, Uruguay pasó a semifinales, que acabaría perdiendo ante Holanda.

“Saqué la mano porque era gol seguro. Y no hay cosa tan importante como tratar de jugarte la camiseta de Uruguay por perderte la semifinal de Holanda. Me encantaría que se acordaran más de los goles que hice a Corea y México. Pero fue una mano importante para el país y no me arrepiento”, dijo en aquella ocasión.

Después ganó la Copa América-2011, disputada en Argentina, marcando cuatro goles y siendo declarado mejor jugador del torneo.

Este año ganó su primer título con el Liverpool, la Carling Cup o Copa de la Liga en una temporada en la que fue protagonista por un hecho extradeportivo al ser acusado por el jugador francés del Manchester United, Patrice Evra, de comportamiento racista, por lo que fue sancionado con partidos de suspensión.

Su ilusión sería un día jugar en el Barcelona, una ciudad en la que nació su hija Delfina. De momento su nombre, Luis Suárez, coincide con uno de los ídolos de la historia del club, que fue Balón de Oro europeo en 19, y desarrolló después buena parte de su carrera en el Inter de Milán.