De acuerdo a Seth Meyers, psicólogo clínico del Departamento de Salud Mental de Los Angeles (EEUU), tener relaciones sexuales tras una discusión puede ser tan adictivo como una droga, e incluso convertirse en una negativa forma de “premiar” las peleas.
Según comentó el medio estadounidense The Huffington Post, en un artículo publicado en el sitio Psychology Today titulado “Sexo de reconciliación: Por qué y cómo evitarlo” el especialista advierte a los amantes que, si bien esta práctica puede parecer sumamente atractiva, afecta de mala forma en sus vidas al volverlos dependientes.
En este sentido, asevera que las personas tienen relaciones sexuales de reconciliación para experimentar el sentimiento de bienestar tras uno de malestar, es decir, como la ‘subida’ que sufre un drogadicto cuando consume ciertas sustancias. “Honestamente, no es tan diferente de un adicto que necesita una dosis de cocaína”, sostuvo.
Contrariamente a esta sensación, asegura Meyers, el buen sexo debiera ser parte de una relación de pareja sana, en la que la intimidad refleje el amor y la compenetración entre ambos, y no una forma de sentirse mejor tras haber peleado.
Pese a la clara postura de Meyers, hay quienes están en contra de sus dichos. Jennifer Berman, experta estadounidense en sexualidad, postula que este tipo de actividad sexual no sólo es normal y saludable en la mayoría de los casos, sino que sumado a ello puede mejorar la intimidad de las parejas.
Esta práctica “Puede ser locamente apasionada, pero también permite mantener la intimidad durante los tiempos de crisis. Además, es natural que nos sintamos excitados luego de una pelea”, indicó a un número de la revista Health.
Lo cierto es que, pese a considerarse una droga o no, el sexo de reconciliación es parte de la vida de muchas parejas alrededor del mundo, las cuales “no pueden evitar” estar físicamente juntos tras una fuerte discusión.