La tasa de participación laboral femenina llegó a su máximo histórico según el último informe entregado por el INE, esto se explica por un cambio cultural y también por la inclusión de las mujeres en áreas que antes eran exclusivas para los hombres, como por ejemplo, el rubro minero.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer, sobre todo si consideramos que en otros países, como por ejemplo Suecia, las tasas de participación femenina en el mercado del trabajo está por sobre el 70%, mientras que nosotros celebramos tasas que bordean el 50%.

Pero al parecer vamos por un buen camino, al menos socialmente hablando. Prueba de ello es una encuesta de Trabajando.com a más de mil madres trabajadoras, donde el 54% dice no haberse sentido nunca discriminada en su empleo por su condición de madre trabajadora.

Las empresas tienen como desafío comprender y fomentar las facilidades para las madres trabajadoras, por ejemplo con flexibilidad laboral, de manera que puedan cumplir los múltiples roles que la sociedad les demanda hoy.

“Un claro ejemplo de esto es el Censo, en el cuál Trabajando.com estuvo a cargo del reclutamiento. En esta oportunidad, de los cerca de 300 mil inscritos que hubo en total, el 85% correspondían a mujeres. ¿La causa?, se estaban ofreciendo condiciones flexibles, un factor que es inmensamente valorado por el género femenino, ya que les permite conciliar familia-trabajo. Ese es el principal desafío que tienen las empresas chilenas”, dice Álvaro Vargas, gerente general de Trabajando.com Chile.

Sin embargo, a pesar de todo lo explicado anteriormente, según el sondeo un 69% de las madres trabajadoras declaran que la empresa donde trabaja no la apoya para que pueda ser mamá y profesional a la vez. Además, a esto se le agrega que la propia familia no está de acuerdo con esto, reclamándole constantemente la ausencia en el hogar.

¿Las razones? El 45% señala que las jefaturas no son flexibles con los horarios del trabajo, el 39% en tanto declara que hay demasiada carga de trabajo y por ende, no pueden convivir con la familia. Finalmente, otro 16% señala que la pareja y/o sus hijos le reclaman constantemente por no estar presente en los momentos importantes por tener que estar atendiendo asuntos laborales.

No es fácil ser madre, dueña de casa y tener un trabajo fuera de ella a la vez y así lo señalan el 63% de las chilenas encuestadas, quienes aseguran que lo más difícil es el poco tiempo que tienen para compartir con sus hijos, el 20% dice que es confiar en quiénes cuidan de sus hijos mientras ellas no están, un 15% dice que es la mala relación que existe entre lo que hacen y lo que les pagan y finalmente, un 2% dice que es el descuido de los quehaceres del hogar.

Por otro lado, tener la propia independencia de los ingresos parece ser lo más gratificante al ser una madre trabajadora, y así lo deja en evidencia el 66% de las chilenas, quienes aseguran que poder costear los gastos que requieren sus hijos es lo más gratificante, mientras que el 27% dice que es tener la independencia económica, un 6% dice que es ganarse el respeto de su familia y amigos, y finalmente, sólo un 1% opina que ganarse el respeto de sus compañeros de oficina es lo más gratificante.

Finalmente, un 70% de las madres trabajadoras asegura que le gustaría dejar de trabajar para dedicarse al cuidado y educación de sus hijos. Sólo un 30% dice lo contrario.

“Actualmente las mujeres necesitan desarrollarse profesionalmente y ejercer diversos roles, ellas desean- y la sociedad les exige- ser más autónomas, principalmente en el aspecto económico y en la toma de decisiones dentro y fuera de su hogar; sin embargo, éstas siguen priorizando su familia, lo que conlleva a que finalmente, todo lo hagan en miras a ese bienestar”, señala Vargas.