El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Ezzati, aseguró que el caso Karadima está cerrado en lo personal, pero la Iglesia Católica tardará años en superar sus consecuencias.

Ezzati puntualizó que para la Iglesia el caso está cerrado desde el punto de vista personal, pero sus consecuencias persisten y tardará años en enfrentarlas.

Sus dichos generaron una dura crítica de las víctimas del religioso, quienes aseguraron que los abusos sexuales no se superan con una declaración, sino con justicia y actos de reparación.

En tanto, declinó responder a la acusación de las víctimas sobre que la jerarquía eclesiástica encubrió los delitos de Karadima.

El presidente de la Conferencia Episcopal aclaró que el futuro de los bienes de la Unión Sacerdotal, que lideraba Karadima, se definirá de acuerdo a la ley civil.

Precisó que, por lo tanto, su decisión de cerrarla se refiere a su carácter de asociación de derecho canónico.