Persiste la preocupación en algunos alcaldes de comunas precordilleranas de la provincia de Bío-Bío por la falta de agua, incluso para consumo humano.

Fredy Barrueto, edil de Quilaco, detalló que actualmente son 150 las familias que se abastecen del vital elemento gracias a camiones aljibes y aunque están optimistas en relación a las precipitaciones, temen que los efectos se traspasen a la agricultura.

Esto considerando que los productores de verduras y hortalizas de sectores como Loncopangue se ven afectados por otros fenómenos, como la presencia de una plaga de langostas.

Por su parte el alcalde de Santa Bárbara, Daniel Iraira, detalló que aunque están esperanzados en que las lluvias esporádicas sean cada vez más frecuentes, hay sectores como Los Boldos que sufren también por la contaminación del agua.

Recordemos que durante los últimos días el senador Víctor Pérez solicitó que se decretara la región del Bío-Bío como zona de emergencia agrícola, sin embargo el Intendente sostuvo que no existen los elementos necesarios para hacer tal distinción.