Un tribunal de Guatemala condenó este martes a un total de 7.710 años de prisión a cinco ex paramilitares por una masacre de 256 indígenas perpetrada en 1982 en el norte del país, durante la guerra civil, informó la jueza Jazmín Barrios.
Durante el debate oral y público “quedó demostrada la participación de los procesados”, quienes actuaron con “perversidad y ensañamiento” contra la víctimas, afirmó Barrios al leer la sentencia.
La juzgadora explicó que el tribunal que preside impuso 30 años de cárcel por cada una de las 256 víctimas (7.680 años), y 30 años más por el delito de deberes contra la humanidad, lo que sería una sentencia simbólica, pues la pena máxima de prisión en Guatemala es de 50 años.
El juicio inició el 14 de marzo y los sentenciados son los ex miembros de las Patrullas Civiles (coordinadas por el ejército durante la guerra) Eusebio Grave, los hermanos Julián y Mario Acoj, Santos Rosales y el ex comisionado Lucas Tecú, quienes fueron capturados en agosto del año pasado.
La matanza de los indígenas de la etnia maya Achí ocurrió el 18 de julio de 1982 en la comunidad Plan de Sánchez, en el departamento de Baja Verapaz (norte), durante el gobierno del ex dictador Efraín Ríos Montt (1982-1983).