Los cuerpos de 23 personas con marcas de torturas fueron hallados en la provincia de Idleb (noroeste de Siria), donde el jueves 5 civiles murieron en operaciones de las fuerzas del régimen que intentan someter a esta región rebelde fronteriza de Turquía, informó una ONG siria.

“Veintitrés cadáaveres con marcas de tortura de una extrema violencia fueron hallados cerca de Mazraat Wadi Jaled, al oeste de la ciudad de Idleb”, indicó el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, con sede en Gran Bretaña), precisando que las víctimas, que tenían los ojos vendados y las manos esposadas, fueron ultimados a balazos.

Las víctimas murieron por un disparo en la cabeza y se podían ver rastros de golpes y sangre en sus cuerpos, según Yaser Isa, un militante de Idleb que citó a un médico.

Por otra parte, dos civiles murieron en operaciones de allanamientos cerca de la localidad de Kafar Nebol, en la provincia de Idleb, y otros tres murieron por disparos de las fuerzas regulares en Maaret Horma y Jan Shijon.

En el este del país, la noche del miércoles estallaron violentos combates en la provincia de Deir Ezzor. Los rebeldes atacaron posiciones del ejército en la ciudad.

El miércoles, 14 cuerpos “mutilados o quemados” fueron retirados de un barrio de Homs (centro), había afirmado un militante, dos días después del anuncio de la matanza de 47 mujeres y niños en esta ciudad atribuida por la oposición al régimen y por las autoridades a los insurgentes.

La AFP no puede verificar estas informaciones debido a las restricciones draconianas impuestas a la prensa para la cobertura periodística de la crisis en Siria.