El gobierno brasileño confirmó que la venta de alcohol en los estadios durante el Mundial de 2014 es un compromiso asumido con la FIFA y el Congreso indicó el jueves que acatará esa decisión, a un día de la llegada al país del presidente de la entidad, Joseph Blatter.
La venta de bebidas alcohólicas en los estadios durante el torneo es el artículo más polémico de la ley general de la Copa del Mundo-2014, exigida por la FIFA y que ha sido aprobada en comisión pero no aún por el plenario de la Cámara de Diputados o del Senado.
“No lo vamos a sacar, lo llevaremos a votación con el resto de la ley”, informó a la AFP este jueves el relator de la legislación, el diputado oficialista Vicente Candido da Silva.
“Entendimos que ese es un compromiso del gobierno con la FIFA”, añadió.
El Congreso había indicado el miércoles que pretendía retirar ese artículo del proyecto de ley. Pero el artículo es exigido por la FIFA, que tiene como patrocinadora a la cervecera estadounidense Budweiser.
El ministro de Deportes, Aldo Rebelo, debió recordar la noche del miércoles en un comunicado que el gobierno brasileño asumió “el compromiso con la FIFA” de permitir durante el torneo la venta de cerveza en los estadios y de otras bebidas alcohólicas en las zonas VIP, pese a que la ley brasileña lo prohíbe.
Las postergaciones en la votación de la ley provocaron tensiones con la FIFA, que escalaron hasta que hace dos semanas el secretario general de la entidad, Jerome Valke, dijo que Brasil necesita “una patada en el culo” para acelerar los preparativos del Mundial.
Brasil aseguró que no aceptaría más a Valcke como interlocutor de la FIFA, pero luego éste y Blatter presentaron sus disculpas al gobierno.
Blatter se reunirá este viernes en Brasilia con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, para intentar dirimir las diferencias.
La Cámara de Diputados ha indicado que pretende votar la ley la próxima semana, y luego tendrá que pasar por el Senado y recibir sanción presidencial.
“Vamos a tomar muchos cafecitos” en los pasillos del Congreso para conseguir mayoría, dijo el relator, al indicar que habrá un fuerte cabildeo para lograr su aprobación.
Otras diferencias entre Brasil y la FIFA, que según el relator ya fueron solucionadas, giraban en torno a la cifra de entradas que pueden ser vendidas a precios reducidos para estudiantes y mayores de 60 años, así como sobre quién debe asumir el seguro en caso de desastres naturales.