Sólo el sumario en curso de la autoridad sanitaria de Bío-Bío establecerá si hubo riesgo para la salud de la población, por el hallazgo de un elemento denominado “pelillo” en el agua potable de Mulchén, así como las responsabilidades en el caso.
Edgardo Hormazábal, el encargado provincial de Zoonosis y fiscal de la investigación, sostuvo que se están tomando las declaraciones de los involucrados, quienes aportarán nuevos antecedentes a las indagatorias.
El profesional recalcó que no se cuestionará la existencia del episodio, ya que las denuncias corroboran la presencia de un elemento externo en el vital elemento, reclamos que se efectuaron a través de la OIRS y también en la empresa Essbio.
Hormazábal fue enfático en sostener que las responsabilidades del caso quedan en manos de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, organismo encargado de supervisar y fiscalizar las redes.
Recordemos que desde la Seremi de Salud, informaron que los análisis microbiológicos arrojaron que en las muestras no había presencia de material fecal, aunque se esperan los resultados del proceso físico químico para la sentencia definitiva.