El Chelsea recibe al Nápoles (19h45 GMT) en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones tras perder en Italia (3-1) con la esperanza de que el impulso experimentado desde la llegada del nuevo técnico, el italiano Roberto Di Matteo, le sirva para remontar.

El equipo londinense ha cosechado dos victorias, 2-0 ante el Birmingham, de segunda división, en la Copa de Inglaterra, y 1-0 ante el Stoke City en la ‘Premier’, desde que el portugués André Villas-Boas fue sustituido por el que hasta entonces era su ayudante, Di Matteo, en la dirección del equipo.

Los pesos pesados del vestuario del Chelsea, como John Terry o Frank Lampard, que había tenido algunos roces con Villas-Boas, han ‘bendecido’ el ascenso de su excompañero Di Matteo.

Ambos futbolistas, junto con el portero checo Petr Cech y el delantero marfileño Didier Drogba, formarán la columna vertebral de un equipo que intentará hacer valer su veteranía en esta competición contra un Nápoles con menos experiencia en estas alturas.

Villas-Boas había puesto en marcha un proyecto de renovación del equipo y tomó decisiones incómodas para la ‘vieja guardia’, como dejar en el banquillo en el partido de ida al propio Lampard o al lateral Ashley Cole.

El español Juan Mata, de 23 años, una de las caras nuevas del Chelsea esta temporada, señaló que para ganar “deben crear ocasiones de gol desde el primer minuto” y recordó que en Stanford Bridge han ganado los tres partidos que ha disputado esta temporada en la ‘Champions’ (2-0 al Bayer Leverkusen, 5-0 al Genk y 3-0 al Valencia).

Su entrenador, Di Matteo, cree que la clave de la eliminatoria puede estar en controlar el contragolpe del equipo italiano.

“Tenemos que mantener el equilibrio porque su amenaza es el contragolpe, que es muy bueno, y tienen jugadores que pueden hacer daño. Pero cuando ellos salgan a Stanford Bridge se enfrentarán a un buen equipo, un gran equipo que quiere revertir la situación”, explicó el sustituto de Villas-Boas.

Sin el portugués, ahora los veteranos tendrán la oportunidad de demostrar su valía en una competición que conocen de sobra ante un rival, el Nápoles, que llega en su mejor momento de la temporada.

Los italianos afrontan la histórica cita de Londres después de vencer por 6-3 al Cagliari en el campeonato, en el que ocupan el cuarto puesto en la clasificación.

El conjunto de Walter Mazzarri, que si elimina al Chelsea accederá por primera vez a los cuartos de final de la Liga de Campeones, llega con su tridente atacante más ‘engrasado’ que nunca, después de unos primeros meses de competición con un rendimiento irregular.

Un total de 43 tantos suman el argentino Ezequiel Lavezzi, el uruguayo Edinson Cavani y el eslovaco Marek Hamsik, que han recuperado las sensaciones y el olfato de gol, y que completarán el once de gala del conjunto napolitano.

Los únicos jugadores con los que no podrá contar Mazzarri son Marco Donadel, Gianluca Grava y el uruguayo Manuel Britos.

“El partido del Arsenal (ganó en casa por 3-0 al Milan y estuvo a punto de remontar el 4-0 de la ida) nos abrió los ojos”, señaló el capitán del Nápoles, Paolo Cannavaro.

“Estamos bajo presión, pero si nos concentramos y mantenemos la calma podemos hacerlo, la primera parte será muy importante”, explicó el hermano del exfutbolista Fabio Cannavaro como la ‘receta’ para lograr pasar a cuartos de final.