La temporada 2012 de Fórmula 1 arranca la próxima semana con seis campeones del mundo en la parrilla, 12 escuderías muy motivadas que han sobrevivido a la crisis económica, un calendario de 20 grandes premios, cambio de horario y equipos debutantes sin miedo a nada.

Por si fuera poco, el campeonato que está a punto de iniciarse, que va a ser el más largo (en número de carreras) de la historia, también puede ser el de todos los récords.

Sobre el papel se presenta el dilema de si Red Bull y su piloto alemán Sebastian Vettel (vigente campeón del mundo) continuarán su dominio absoluto en la consecución de ‘pole positions’ (primeras posiciones en parrilla), victorias y títulos, una superioridad que monopolizó en el último campeonato.

Otra de las claves será cómo funcionará el nuevo reglamento que entra este año en vigor: aerodinámica, prohibición de difusores o escapes ‘soplados’, cambios de trazada al defender la posición o no permitir coches ‘doblados’ cuando sale a la pista el coche de seguridad, entre otras cosas.

“(El campeonato) va a estar muy apretado, más que el año pasado”, predijo el piloto alemán Michael Schumacher (Mercedes), 7 veces campeón del mundo, que afronta su 19ª temporada en la Fórmula 1.

Tomando como referencia la última semana de las pruebas de invierno que se llevaron a cabo a principios de marzo en el circuito español de Montmeló, en Barcelona, hay algo más de un segundo de diferencia por vuelta (un segundo y tres décimas, exactamente) entre el primer clasificado y el último.

“Habrá muchos coches en unas pocas décimas de segundo. Eso es bueno para el deporte, pero lo hará todo más complicado para nosotros”, afirma el inglés Jenson Button (McLaren), subcampeón del mundo en 2011 y campeón en 2009.

Si los aficionados quieren ser optimistas, pueden tener una excusa, ya que en la pretemporada varios equipos (McLaren, Ferrari, Mercedes, Renault) dieron un paso al frente mientras que los vigentes campeones (Red Bull) terminaban de ajustar el motor Renault que usarán en su nuevo RB8 (coche para 2012).

Sin embargo, tras lo visto en los dos últimos años, la hipótesis más realista es que Red Bull afronta con calma la pretemporada, viéndose superado por algunos de sus rivales, pero se pondrá las pilas cuando arranque definitivamente el gran circo y pronto estará preparado para ganar.

Lo que parece evidente es que Red Bull es el favorito indiscutible, sobre todo cuando el campeonato supere las cuatro carreras exóticas iniciales (Australia, Malasia, China y Bahrein) y se adentre en los circuitos europeos (Barcelona, Mónaco, Valencia y los siguientes).

En estos Grandes Premios en territorio europeo, generalmente con circuitos rápidos y temperaturas menos extremas, Red Bull parte con ventaja porque llega con buena parte de los deberes hechos desde 2010 y 2011, mientras que sus rivales van siempre un paso por detrás.

Las opciones del resto de equipos pasan porque uno de ellos, por ejemplo McLaren (uno de los más destacados en los test invernales), comande el campeonato con autoridad desde el inicio y logre una renta considerable en las cuatro primeras carreras.

De lo contrario, si la marca de la bebida energética vuelve a reinar desde el principio, acaparando primeras posiciones los sábados y victorias en carrera los domingos, la temporada puede volver a sentenciarse pronto.

Hay que tener en cuenta que la Fórmula 1 no es una ciencia exacta, ni mucho menos, y que sus resultados no siempre son lógicos o coherentes.

La prueba de ello es que, mientras cinco de los seis mejores equipos de 2011 (Red Bull, McLaren, Ferrari, McLaren, Mercedes y Sauber) han seguido con los mismos pilotos, todos los demás han cambiado a uno de ellos (Force India, Williams, Caterham y Marussia) o incluso a los dos (Lotus, Toro Rosso y HRT).

Así que esta temporada habrá cinco novedades importantes en la parrilla: el finlandés Kimi Raikkonen y el francés Romain Grosjean (Lotus), el alemán Nico Hulkenberg (Force India), el español Pedro de la Rosa y el indio Narain Karthikeyan (HRT).

Además, habrá dos debutantes, que son los franceses Jean-Eric Vergne (Toro Rosso) y Charles Pic (Marussia, antes Virgin).

De entre las ausencias con respecto al año pasado, destacan las del brasileño Rubens Barrichello, el español Jaime Alguersuari, el italiano Jarno Trulli y el suizo Sébastien Buemi, aunque este último será el piloto reserva de Red Bull.

Por si todo esto no fuera suficiente para saciar el apetito de los aficionados a la máxima competición automovilística, también regresa este año el Gran Premio de Estados Unidos, que se disputará por primera vez en Austin (Texas), cerca de la frontera con México y en una zona desértica.

Por último, los nuevos neumáticos Pirelli que usarán todos los equipos serán más blandos y tendrán más colores en los laterales que los de la temporada anterior, por lo que las carreras serán aún más divertidas de seguir.

A partir del 18 de marzo, arranca el espectáculo en Melbourne (Australia). Y el inglés Bernie Ecclestone, el magnate de la Fórmula 1, se frota las manos.