Unos 200 trabajadores del gigante siderúrgico Arcelor Mittal procedentes de toda España protestaron el jueves contra la decisión de la empresa de cerrar su acería en Madrid.

Con pitos y bocinas, y enarbolando banderas sindicales rojas y blancas, se manifestaron frente al ministerio de Industria español para pedir al gobierno que actúe para que la fábrica siga abierta.

“Estamos en un momento absolutamente trágico en nuestro país. Sin industria no hay futuro para nuestro país”, afirma Teadoro Escorial, vicesecretario del sindicato metalúrgico MGA-UGT.

La acería de Arcelor Mittal en Villaverde, en los suburbios del sur de Madrid, fabricaba vigas de hierro para la construcción hasta que paró su actividad a finales de octubre, dejando a sus empleados en desempleo parcial.

El mayor productor de acero del mundo, con sede en Luxemburgo, ofreció reubicar a sus 324 empleados en otros puntos de España, reservándose la posibilidad de reabrir la planta de Villaverde en el futuro si aumentan los pedidos.

“El gobierno nos ha dado la espalda y nos obligan a emigrar”, se lamenta José González, de 56 años, empleado de la fábrica de Madrid.

Arcelor Mittal emplea a 11.000 personas en España, país con una tasa de desempleo de 22,85%, récord en el mundo desarrollado.

La compañía registró en 2011 un beneficio neto de 2.300 millones de dólares, en descenso de 22% respecto al año anterior.