Forenses hondureños, con la ayuda de expertos de otros países, terminaron este miércoles las autopsias de los 360 reos muertos en el incendio del penal de Comayagua, pero sólo han identificado unos 80 cuerpos, una semana después de la tragedia, según un informe oficial.

“Concluidas las 360 autopsias, al menos unas 80 identificaciones se han logrado (…) y unos 35 cuerpos fueron entregados ya a sus familiares”, mientras que se encontraba en proceso “unas 15 entregas”, señaló el servicio de Medicina Forense en un comunicado.

La Unidad de Identificación Forense fue reforzada con especialistas de México, El Salvador, Chile, Guatemala y otros países, y este miércoles “se entregará un mayor número de cuerpos a los dolientes”, subrayó.

Desesperados por la lentitud en la entrega de los cuerpos, decenas de parientes de los reos se abalanzaron el lunes sobre las bolsas de cadáveres, colocadas por los forenses en la calle frente a la morgue judicial.

La cárcel de Comayagua, ubicada 90 km al norte de Tegucigalpa, se volvió un infierno en la medianoche del 14 de febrero, con 852 reclusos dentro -el doble de su capacidad-, muchos de los cuales murieron atrapados en las celdas, calcinados y asfixiados por el humo.

Según las investigaciones, en las que participaron expertos de Estados Unidos, la causa del incendio fue “accidental”, posiblemente un cigarrillo.