El presidente estadounidense Barack Obama condenó el martes los contínuos e “inaceptables” niveles de violencia que se registran en Siria y se comprometió a redoblar los esfuerzos internacionales para obligar al presidente Bashar al Asad a dimitir.

Obama también agradeció el rey Abdalá II de Jordania en la Oficina Oval de la Casa Blanca por ser el primer líder árabe en pedir la salida de Al Assad, después de una reunión que también se centró en los esfuerzos de Jordania para reflotar las conversaciones de paz entre palestinos e israelíes.

Obama señaló que la violencia en Siria y la represión de los manifestantes por parte de las fuerzas armadas de al-Asad habían estado muy presentes en la charla.

“Continuamos viendo niveles de violencia inaceptables dentro del país”, declaró Obama.

“Continuaremos consultando muy de cerca con Jordania para crear el tipo de presión internacional y el entorno que promoverá que el actual régimen de Siria abandone (el poder), de forma que pueda tener lugar un proceso más democrático y de transición dentro de Siria”, señaló.

Obama también elogió al rey Abdalá por estar dispuesto a “pararse” y pedir a al-Asad que se vaya, y por unirse a los esfuerzos de la Liga Árabe para mitigar la crisis.

A su vez, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo este martes que el borrador de resolución sobre la rebelión en Siria presentado el lunes por Rusia ante el Consejo de Seguridad de la ONU es insuficiente, y señaló que un texto del organismo debe responsabilizar al presidente Bashar al Asad por la represión.

Rusia, que junto a China vetó una resolución europea sobre Siria en el mes de octubre, distribuyó una nueva propuesta, luego de críticas por la falta de acción del máximo órgano ejecutivo de Naciones Unidas.

“Vamos a trabajar para concretar un borrador de resolución que responsabilice al régimen de al-Asad y que a su vez apoye los esfuerzos de la Liga Árabe”, afirmó Toner.