El papa Benedicto XVI nombró el martes un nuevo nuncio (embajador de la Santa Sede) en Italia, monseñor Adriano Bernardini, en momentos en que el nuevo presidente del Consejo, Mario Monti, forma su gobierno.

El nombramiento en ese puesto sensible, a raíz de las relaciones tradicionalmente estrechas entre la curia, el episcopado y el Estado italiano, era esperado desde hace varias semanas.

De 69 años de edad, el italiano Adriano Bernardini, que habla español, portugués, francés e inglés, tiene tras sí una larga carrera diplomática en la Santa Sede, habiendo ocupando puestos en Angola, Japón, Venezuela, España, Bangladesh, Tailandia y Malasia, entre otros países.

Desde 2003 se desempeñaba como nuncio en Argentina.

Bernardini reemplaza a monseñor Giuseppe Bertello, que ocupa desde el 1 de octubre la presidencia de la gobernación de la Ciudad del Vaticano.