Líderes mundiales expresaron sus deseos de que la muerte del ex hombre fuerte libio Muamar Gadafi, a manos de los revolucionarios, permita avanzar hacia la paz y la democracia en Libia.
“Anunciamos al mundo que Gadafi murió a manos de los revolucionarios”, dijo el portavoz del Consejo Nacional de Transición (CNT), Abdel Hafez Ghoga. “Es un momento histórico, es el fin de la tiranía y de la dictadura. Gadafi cumplió su destino”, agregó.
El presidente estadounidense Barack Obama dijo que la muerte de Gadafi puso “fin a un largo y doloroso capítulo” para el pueblo libio, y llamó a las nuevas autoridades de Trípoli a forjar un país “democrático”.
“Hoy, el gobierno de Libia anunció la muerte de Muamar Gadafi. Ello marca el fin de un capítulo largo y doloroso para los habitantes de Libia, que ahora tienen la oportunidad de determinar su propio destino en una Libia nueva y democrática”, dijo Obama en el rosedal de la Casa Blanca.
El Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que “este día marca una transición histórica para Libia”, aunque “es sólo el fin del principio. El camino por delante para Libia y su pueblo será difícil y lleno de desafíos. Ahora es el momento de que todos los libios se unan”.
Francia y Gran Bretaña también se congratularon por el fin de la era de Gadafi.
“La desaparición de Muamar Gadafi es un gran paso en la lucha llevada adelante desde hace más de ocho meses por el pueblo libio para liberarse del régimen dictatorial y violento que le fue impuesto durante más de 40 años”, sostuvo el presidente francés, Nicolás Sarkozy, en un comunicado.
El primer ministro británico, David Cameron, llamó a “recordar a todas las víctimas” del régimen de Gadafi, incluidas las 270 del atentado contra un avión de la compañía estadounidense PanAm que estalló sobre la localidad escocesa de Lockerbie en diciembre de 1988.
La muerte de Gadafi, supone el “punto y final de un periodo triste para el pueblo libio”, afirmó el ministerio español de Asuntos Exteriores.
El número dos del Vaticano, el secretario de Estado cardenal Tarcisio Bertone, instó a los católicos a orar “por la pacificación y la democracia en Libia”, antes de que la Santa Sede reconociera al CNT como “legítimo representante del pueblo libio.
El gobierno sudafricano expresó su deseo de que “los últimos eventos lleven al cese de las hostilidades y al restablecimiento de la paz”.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper dijo que “ahora que desapareció la sombra de Gadafi de su tierra, es nuestro deseo que el pueblo libio encuentre paz y reconciliación tras este oscuro período en la vida de su nación, y esperamos trabajar con ellos”.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos, afirmó que “con la muerte de Gadafi, esperamos que ese país regrese a la normalidad lo más pronto posible, que allá por fin pueda imperar la democracia y la libertad”.