Si no quieres acabar con tu carrera de la noche a la mañana es mejor que pienses muy bien lo que vas a decir a tu jefe o supervisor, pues alguna declaración desafortunada o irrespetuosa podrían costarte el puesto y acabar con tus metas laborales.
A veces, simples frases pueden causar estragos en tu situación profesional, deshaciendo meses y hasta años de esfuerzo. Y es que la actitud se observa a menudo en las empresas, incluso más que la aptitud.
Por ello, acá te entregamos una idea de 10 cosas que mejor debes reservar para ti mismo, si no quieres dar una mala impresión [Vía Yahoo!] :
1. “No puedo hacer este trabajo”
A nadie le gustan las personas negativas, especialmente en el lugar de trabajo. Los que se quejan todo el tiempo no suelen durar mucho tiempo en sus puestos. Y es que, por lo general, los empleadores adoran a quienes tienen una actitud positiva y jugada.
Si te encuentras ante una tarea particularmente difícil, simplemente pide ayuda, pero no admitas la derrota precipitadamente.
2. “Eso no está entre mis deberes”
Antes de que te quejes porque te asignaron una tarea que parece ajena a tu cargo o fuera de tu área de especialización, ten en cuenta lo mucho que tu jefe valora tu posición.
Si tu superior te pide favores personales, en lugar de reclamar busca la manera de sacarle ventaja a la situación.
3. “Estoy sobre-calificado para este trabajo”
Los trabajadores ambiciosos suelen decir que están sobre-calificados, pero los inteligentes están dispuestos a sacrificar tiempo para cimentar su camino, y si eso implica hacer una tarea menor, simplemente la hacen.
El verdadero talento y la formación general, demuestran cuánto vales profesionalmente. Si tienes estas características, no necesitarás ser mordaz. Además, si tu empleador realmente entiende tu estado de sobre-calificado, puede optar por contratar a un individuo “menos capacitado” para ese puesto y no dudar en decirte ¡adiós!.
4. “Necesito un aumento.”
Los aumentos de sueldo por lo general dependen del mérito de los trabajadores y no de sus problemas personales. Puedes estar con las cuentas hasta el cuello, pero un aumento de sueldo debes ganártelo. Pedir una oportunidad para mostrar tu éxito y tus contribuciones a la empresa es una estrategia más sólida para aumentar tus dividendos.
5. “Estoy demasiado aburrido”
Si quieres aumentar tu carga de trabajo o dejar tu puesto, quéjate de lo aburrido que estás.
Un supervisor inteligente te dará más tareas o derechamente buscará un candidato con más motivación.
6. “Tengo resaca”
Repórtate enfermo si es absolutamente necesario, en lugar de tambalearte con cara de sueño por la oficina y mostrar la evidencia de una noche de juerga en mitad de semana. Si llegas con los efectos de la borrachera, no sólo rendirás menos, sino que quedarás mal en cualquier empresa que estés.
7. “Tenemos que hablar”.
No importa lo que esté en tu mente, no es apropiado hacer una demanda con esas palabras a tu jefe. Busca una forma más apropiada y respetuosa de solicitar una reunión con tu superior.
“Tenemos que hablar” suena más como un prólogo a una ruptura, que la búsqueda de una conversación laboral.
8. “¿Quieres ser mi amigo Facebook?”
Se han escrito volúmenes sobre los peligros de interactuar con los jefes a través de las redes sociales. A menos que tus publicaciones sean estrictamente profesionales, lo mejor es dejar a tu superior fuera.
9. “No me gusta este trabajo”.
Repetir esa afirmación una y otra vez es una especie de suicidio profesional. Si quieres seguir en el puesto y que no busquen a alguien que se sienta comprometido con el trabajo y con una actitud más positiva, es ideal que no hagas este comentario.
Lo mejor que puedes hacer es buscar nuevas formas de contribuir, exaltando tus talentos, o derechamente sondear otro empleo.
10. “Creo que Te amo.”
No importa lo que quisiste decir, si es verdad o en broma, las declaraciones de amor o afecto en el lugar de trabajo son desafortunadas. Guárdala para las ocasiones sociales, donde expreses cariño por todos los compañeros y no por tu jefe particularmente.
Bonus Track: Los garabatos y los insultos evítalos lo más que puedas.