El Congreso estadounidense seguía dividido este viernes de mañana en relación con una medida para evitar la parálisis del gobierno federal después del 1 de octubre a causa de un diferendo sobre el modo de financiar la ayuda a las víctimas de recientes catástrofes.

La Cámara de Representantes, de mayoría republicana, aprobó en la noche del jueves por 219 votos contra 203 su versión de una ley de financiamiento del gobierno hasta el 18 de noviembre.

Pero los demócratas del Senado rechazan ese plan básicamente porque los republicanos incluyeron en él una disposición para que 3.650 millones de dólares de ayuda a los estados afectados por catástrofes naturales sean financiados por medidas de ahorro presupuestario.

La semana pasada, los demócratas, con mayoría en el Senado, aprobaron su plan de 6.900 millones de dólares para ayudar a las víctimas de catástrofes.

Este bloqueo ocurre en momentos en que están por agotarse los fondos de la agencia estadounidense de gestión de crisis (Fema), dedicados sobre todo a las víctimas del huracán Irene, que a fines de agosto golpeó el este de Estados Unidos.

El número dos de la mayoría demócrata del Senado, Richard Durbin, acusó el jueves de noche a los republicanos de “suprimir empleos en Estados Unidos para pagar (los daños de) las catástrofes naturales”. Los republicanos eligieron, en efecto, realizar recortes presupuestarios en el sector de las energías limpias.

“No hay amenaza de parálisis de la administración. Terminemos con esto”, dijo el presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner.

Este miércoles Boehner sufrió, sin embargo, una derrota infligida por legisladores de su propio partido, que rechazaron una primera versión de la ley. Más de 40 republicanos votaron en contra porque querían reducciones presupuestarias más significativas.

Lso legisladores más recalcitrantes se sumaron finalmente a la mayoría tras incluirse 100 millones más de recortes presupuestarios en el proyecto.

No obstante, con un Senado que rechaza el plan de los republicanos en la cámara baja, las discusiones continuarán este viernes y posiblemente más allá.